Nota de tapa: Largaron, aunque algunos aún no se ponen en movimiento

Por Pablo Batalla* / Nota de tapa. La tardía y endeble conformación de la fórmula en Juntos por el Cambio para tratar de disputar la Gobernación al oficialismo, parece ser una carrera perdida de antemano ante un territorio que ya fue copado, tanto en interior como en Capital.

Idas y vueltas casi interminables

La posición que iban a ocupar en el binomio en el espacio Juntos por el Cambio (JxC), tanto Roberto Sánchez como Germán Alfaro, fue el tira y afloja casi interminable que le dio una gran ventaja a la fórmula oficial de Osvaldo Jaldo y Juan Manzur.

Aunque los protagonistas nieguen la mano conciliadora desde Buenos Aires, en este país que siempre mira hacia la ciudad del obelisco, es difícil de creer, toda vez que son innegables los pedidos de unidad de Macri, Rodríguez Larreta y otros.

El de Tucumán está en el lote de los primeros rounds electorales y es por ello el interés desde el centralismo porteño. Tucumán estará en el tercer turno, el 14 de mayo, junto a La Pampa, Salta, San Juan y Tierra del Fuego.

La clave cuestión territorial

Mientras la atención en JxC se centraba en esta pulseada entre Sánchez y Jaldo, en la que por fin se impuso el concepcionense, en el oficialismo ya tenían fórmula y se realizaba el armado de las listas oficiales y se daba forma a los acoples.

Aún en el presente, los acoples están ordenados y trabajando de manera territorial en el oficialismo, con una maquinaria electoral por demás aceitada, en tanto que en Cambiemos, a solo días del acuerdo entre Sánchez y Alfaro, recién están por largar.

Esta vez el auto de Sánchez-Alfaro no es un Subaru Impreza, como en sus tiempos de rally. Más bien es un Fiat 600 que echa humo por todos lados y no avanza, como en la imagen que elegimos para ilustrar esta tapa.

Una verborragia que no sirvió

El intendente capitalino Germán Alfaro, cometió el mismo error del que abusó hacia afuera, también hacia sus propios socios: la verborragia agresiva y virulenta. Ahora se tiene que aguantar que aquel al que llamó “papa verde”, encabece la fórmula.

Se mostró como un pícaro muchacho de barrio, al quererle mojar la oreja al productor papero y ex piloto de rally, pero ahora, al estilo Alperovich, se tiene que “tragar el sapo” de ir en contra de sus propias palabras.

El silencioso Sánchez fue más efectivo a través de la estrategia, cuando “calladito” inscribió el frente con el nombre de Juntos por el Cambio. Con ello lo dejó “pedaleando en el aire” al “lord mayor”. Ese fue el golpe que finalmente lo hizo ceder.

Un desgaste irreversible

Esa continua puja por el primer lugar de la fórmula terminó siendo un desgaste innecesario que va camino a pagarse con la derrota, y no es que lo diga yo en esta columna política, sino que algunos de los protagonistas lo admiten tácitamente.

Por ejemplo, Germán Alfaro, se la pasó, en un espacio referido a las elecciones que le cedieron en un noticiero, negando la intervención porteña en el acuerdo para alcanzar la fórmula. Y luego de eso, cometió un “sincericidio”.

¿Cuál fue el sincericidio? Hablar de la estructura, de la movilización y de los recursos, pero no de los propios, sino del oficialismo. O sea que, pasando en limpio, se la pasó hablando de las ventajas del adversario sin hablar de su propio espacio.

Una Intendencia perdida

Otro aspecto que le genera grandes dolores de cabeza al intendente capitalino, es la certeza de no poder retener la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. En la vereda de enfrente, Rossana Chahla se parece a una aplanadora.

En la esquina “alfarista” los segundos le dan aire a su candidata cuando aún no comenzó el primer round. Sucede que la actual senadora, Beatriz Ávila, negó más veces que San Pedro a Cristo, que iba a ser la candidata, pero los otros medían menos 20.

Además el descontento de los supuestos aliados, hace temer que “haya tijera” en los votos. Alfaro, por su parte, minimiza la sangría de dirigentes que se fueron al oficialismo al decir que estaban en el banco de suplentes. Raúl Albarracín no creo, por ejemplo.

Jaldo pasó con 10 y Manzur está motivado

Por otra parte, y en la filosofía de que los otros también juegan, cabe destacar que la gestión de Osvaldo Jaldo al frente del Poder Ejecutivo, recibió un excelente 10, no solo en la provincia, sino también en el ránking de gobernadores.

Otra razón que tiene la oposición para temer una contundente derrota es la motivación que tiene el gobernador Juan Manzur, quien luego de su paso por la Jefatura de Gabinete, tiene la posibilidad de “mojar” en la fórmula presidencial.

Para eso, es indispensable un contundente triunfo electoral en Tucumán, en su rol de “Jefe de campaña”, el resto lo harán sus amigos de la Liga de Gobernadores y los dirigentes sindicales que pedirán por el tucumano.

Así se presenta el escenario, con una largada tardía y el auto que no responde.

*Columnista político.

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