Nota de tapa: Paranoico

Tapa-edición-05-02-2020
Por Pablo Batalla* para Diario Cuarto Poder | La estrategia de la defensa del senador en uso de licencia, José Alperovich, pasa por tratar de imponer que la acusación que pesa sobre él es fruto de “un plan orquestado” por “gente vinculada a Tucumán”.

Una clara estrategia judicial

Su abogado, Mariano Cúneo Libarona quiere difundir la idea de una conspiración vengativa para dejar a la denuncia de acoso sexual en un segundo plano.

Su trabajo es tratar de desacreditar las acusaciones de acoso sexual con acceso carnal, que denunció una sobrina segunda del ex mandatario provincial.

Para ello, el letrado plantea una estrategia muy clara, la de achacar la acusación a una maniobra en la que responsabiliza a un grupo de personas, de quien no da nombres, quienes supuestamente tienen resentimiento político y odio.

¿No está en la política?

Según él, quieren dañarlo y exterminarlo con problemas públicos ahora que no está en la política.

Primero, José Alperovich sí está en la política, porque es senador nacional por Tucumán, aunque ahora esté en uso de licencia, además de haber salido en cuarto lugar en las últimas elecciones para Gobernador, lo que le valió un espacio político, ya que cuenta con legisladores propios.

Segundo, Alperovich mantiene sus fueros, lo que marca a las claras que hubo un acuerdo político para evitar que fuera destituido ante la gravedad de las denuncias judiciales formuladas en su contra por una sobrina segunda.

¿Ahora no es pariente?

Justamente otra de las cuestiones que se pone en duda es el parentesco, en donde el abogado del senador sostiene que no la conocía y que no tienen el vínculo que se difundió en los medios de comunicación.

Dice que “no la ubicaba”, pero ella trabajó en su campaña, entre otros conceptos que buscan desacreditar a la joven.

La insistencia con Tucumán

Cúneo Libarona sin embargo, entra en contradicciones en cuanto a la intención de que los hechos se investiguen en nuestra provincia. Critica la decisión de formular las denuncias en dos jurisdicciones distintas por los mismos hechos.

Señala que en Buenos Aires no se lo conoce a José Alperovich y que en nuestra provincia, por haber sido tres veces gobernador, anteriormente ministro y ahora senador de la Nación, hay un conocimiento de su persona.

Las designaciones de magistrados

Sin embargo, al hacérsele notar que muchos de los magistrados y funcionarios judiciales fueron designados en su gestión como mandatario provincial, considera que no tiene incidencia puesto que muchas de esas autoridades judiciales ni siquiera lo conocen.

Remarca su abogado que además de no conocerlo la mayoría de los jueces personalmente, su cliente ya no cuenta con el poder que tenía en otros tiempos y sí lo tendrían aquellos que quieren perjudicarlo.

Una contradicción grande

La pregunta es entonces: ¿por qué quiere ser investigado en una provincia en donde sus supuestos adversarios tendrían poder sobre la Justicia?

En esa contradicción y en otras cae la estrategia de la defensa de José Alperovich que, por el momento, se tiene que ajustar a dos jurisdicciones, una de ellas con una fiscalía especializada en violencia de género, que se opone a que la investigación se realice en Tucumán.

Una situación compleja

La situación del senador nacional en uso de licencia parece muy complicada y de ello se desprende la necesidad de establecer enemigos fantasmales, de los que no se dan nombres; adversarios políticos y empresariales que sólo quieren destruir públicamente al ex gobernador de los tucumanos, con argumentos y acusaciones falsas.

Como dice el título de tapa, se quiere mostrar a Alperovich paranoico, peleando con fantasmas que se ocultan detrás del poder, ese poder que dice no tener, pero que le genera la posibilidad de contar con los fueros, a los que no hubiera renunciado de ninguna manera.

A disposición pero con la protección de los fueros

El senador dice estar a disposición de la Justicia, pero no allana esa protección con la que cuentan los parlamentarios nacionales. La licencia de la que goza le permite contar con esos fueros.

El juego de las estrategias y las desacreditaciones ha comenzado, como en el momento mismo en que mediante un tweet reveló la identidad de la víctima, revictimizándola y exponiéndola a la opinión pública. De eso no habló la defensa, quizá no convenga hacerlo.

Una licencia en el Senado que lo salvó de una posible destitución

Cuando José Alperovich se enteró en Miami de la acusación que pesaba en su contra, se adelantó a decir a través de las redes sociales que se trataba de una falsa acusación y negó cualquier posibilidad de dar un paso al costado en el Senado.

Sin embargo, la condena de referentes políticos e incluso la crítica de propios “kirchneristas”, hizo que se aferrara a una salida decorosa, como la de pedir licencia por seis meses sin goce de sueldo.

La preocupación de la imagen

Ello le garantizaba que saldría de la mira de los medios de comunicación y de la opinión pública y mantendría sus fueros.

Hoy una de las preocupaciones de su defensa, es la imagen que se tiene de él, por la condena de los medios de comunicación nacionales, quienes le dedicaron fuertes editoriales.

*Analista político

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