Por Pablo Batalla* de Diario Cuarto Poder / La bala del odio. El magnicidio del que pudo ser víctima la vicepresidente Cristina Kirchner, es una muestra de las graves consecuencias que puede generar una escalada de enfrentamientos en el ámbito político.
Pudo ser un magnicidio
El ataque que intentó Fernando André Sabag Montiel contra la vicepresidente de nuestro país, Cristina Kirchner, este jueves a la noche, pudo constituirse en el primer magnicidio luego del restablecimiento de la democracia en 1983.
Según la definición del diccionario, Magnicidio es el asesinato de una persona importante en política por su cargo y poder. Eso fue lo que casi ocurrió cuando el atacante gatilló el arma a menos de 15 centímetros de la Vicepresidente.
Un milagro hizo que la bala no saliera del arma, una Bersa 380, y que fueran los propios militantes K, que se encontraban en el lugar, quienes redujeran y entregaran al atacante a efectivos de la Policía Federal Argentina.
El auxilio de las redes sociales
Luego de la identificación del agresor, no pasó mucho tiempo hasta que los medios de comunicación accedieron a su perfil y a notas que le habían realizado en móviles de programas televisivos.
El sujeto expresaba su odio hacia la vicepresidente y otros referentes de la política como el actual ministro de Economía, Sergio Massa y otros dirigentes de espacios disímiles, como en el caso de Javier Milei.
La Justicia también recabó información y tomó declaraciones de testigos e incluso de Cristina Kirchner, antes de determinar que el acusado estaba en condiciones de declarar, debido a que entendía la acusación de la que era objeto.
Atemperar los discursos de odio
La conclusión más repetida por diversos dirigentes fue la necesidad de bajar los decibeles en los enfrentamientos, verbales y mediáticos, que se vienen elevando de tono en los últimos tiempos entre oficialismo y oposición.
El presidente Alberto Fernández, en su mensaje para todo el país, sostuvo la necesidad de trabajar por la unión nacional y responsabilizó a los ataques opositores y de medios de comunicación social, por este hecho.
De todas maneras, quedó claro que hasta aquellos programas televisivos que venían siendo muy críticos, expresaron a través de sus conductores, su solidaridad para con la agredida e incluso analizaron la incidencia del frustrado ataque.
La verdad en primera persona
La verdad en primera persona tendrá que esperar, porque el acusado se negó a declarar este viernes. Lo único que manifestó Sabag Montiel es que fue agredido por los militantes que lograron detenerlo luego de su fallido intento de matar a Cristina.
El sujeto, quien está siendo asistido para su defensa por un Defensor Oficial, no quiso referirse al hecho ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo, quien está a cargo de la investigación.
Sin embargo, el video que fue captado en vivo y en directo, muestra que el agresor gatilló en dos oportunidades a la cabeza de la ex mandataria argentina, quien demoró varios minutos en percatarse del ataque.
Una muestra de madurez política
Justamente es lo que espera la sociedad argentina de la clase política y de los centros de poder, a fin de construir un diálogo que permita consensuar las soluciones a los problemas que más afligen a la población argentina.
Los días que siguen a este atentado serán claves, además de las expresiones de cada uno de los sectores, para que se superen estas tensiones, que pueden perjudicar no solo a Cristina, sino a cualquier dirigente político.
Es hora de los consensos y de dejar de lado los enfrentamientos con altas dosis de violencia, que en tiempos difíciles como el actual, no hacen más que exacerbar los ánimos de toda una sociedad.
*Columnista político.