Por Pablo Batalla* de Diario Cuarto Poder / Actitud reiterada y auto desgastante. Es la que asume el intendente capitalino Germán Alfaro cuando persiste en la reiterada estrategia de echar la culpa a otros de sus desaciertos y olvidos. Todo teñido de electoral.
El extraterrestre
El intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, parece tratar de convencer a los vecinos de la ciudad capital de que acaba de aterrizar desde lejanas galaxias y que toda la historia reciente de la política tucumana le es ajena.
Siendo generosos con la trayectoria del actual “lord mayor”, solo nos ajustaremos a su gestión frente a la Intendencia capitalina, en donde en el presente, ante la cercanía de las elecciones de 2023, de repente tiene apuro por hacer.
Apurado por hacer
En ese apuro por mostrarse eficiente, se lanzó a repavimentar y cubrir baches, cuando en casi 8 años de gestión los vecinos de San Miguel de Tucumán se acordaron de él en una tremenda variedad idiomática cuando rompían ruedas en los baches.
Para qué vamos a hablar de trenes delanteros, suspensiones y hasta de accidentes generados por esquivar los verdaderos cráteres. Con el precio de las cubiertas, repuestos y servicios mecánicos, la popularidad del intendente fue en picada.
La voracidad recaudatoria
En directa proporcionalidad con esta indolencia, aumentaba la voracidad recaudatoria con las multas y los controles que se establecían, en donde los agentes de tránsito protagonizaban hechos polémicos.
El corolario de todo esto fue el intento de establecer el sistema de Estacionamiento Pago, en donde los porcentajes que le tocaban al Municipio eran por demás exiguos y las explicaciones sobre los puntos grises no convencían.
El fin del estacionamiento pago
Las críticas a ese sistema se fueron multiplicando y la polémica entre los funcionarios municipales y referentes de la comunidad, como el abogado Jorge Luis Rodríguez Robledo o el presidente de FODECUS, José García.
Finalmente, se frenó la aplicación de este nuevo mecanismo recaudador, a través de una presentación judicial. El Ejecutivo municipal no había escuchado las quejas de los vecinos, incluso de los que defendían el uso de sus frentes.
La culpa siempre es de otros
La culpa, como siempre, fue de los otros y no de las desprolijidades que llevaron a los usuarios a realizar planteos ante la Justicia. El intendente no se hizo cargo de los errores, ni propios ni de sus funcionarios.
Ahora ocurre que otro planteo ante la Justicia, esta vez en torno al ex Mercado del Norte, genera las críticas al Gobierno provincial, en las personas de Juan Manzur y Osvaldo Jaldo. Para Alfaro siempre hay otros que tienen la culpa.
¿Estás nervioso Alfaro?
El Gobernador Jaldo le respondió y aludió al nerviosismo en el que se encuentra el intendente capitalino, en relación a las elecciones de 2023. ¿Alfaro se sabe perdedor? Se trata de una teoría bastante probable.
Juntos por el Cambio no hace gala de unidad y Alfaro trata de revertir una imagen negativa que le dieron las encuestas y sondeos. Ahora perdona tributos municipales y quiere revertir la imagen de voraz recaudador.
Alfaro, sin posibilidad de continuar al frente de la Municipalidad capitalina, y con sucesores muy débiles para retener ese espacio de poder, advierte el propio principio del fin, sin tener un margen de maniobra que permita cambiar su destino.
La desidia y el olvido
Hace tiempo que sus seguidores comenzaron a abandonarlo. La desidia y el olvido se pagan caro en política. Mientras tanto, nadie se proyecta para hacer la “mano de Dios” dentro del Partido de la Justicia Social (PJS).
Y Alfaro sigue ajeno a los errores de su propia gestión, tratando de convencer al electorado, de que acaba de bajar de un plato volador, sin tener responsabilidad en las últimas décadas de la política comarcana.
*Columnista y analista político.