Los hechos de inseguridad de los que son víctimas a diario los vecinos de la ciudad de Yerba Buena se multiplican sin principio de solución y ante la desidia del intendente Mariano Campero y sus colaboradores.
Los delincuentes operan rompiendo la tranquilidad de una urbe concebida para el contacto con la naturaleza y el deporte. Lo pueden decir los “bikers” que, desde hace tiempo ya, no pueden desarrollar esta práctica deportiva sin el temor de ser despojados de sus costosas bicicletas o sufrir algún daño físico como consecuencia del accionar de los malvivientes.
Ello viene aparejado con la falta de presencia, tanto de la Policía provincial como de la Patrulla Urbana Municipal de Yerba Buena. En este último caso, la conformación del mencionado cuerpo fue utilizada electoralmente pero hasta el momento no se concretó.
Pero lo peor de esta situación es que en el presupuesto 2017, que se encuentra en plena ejecución, la gestión de Mariano Campero le asignó 0 pesos al área de Seguridad, que se encuentra a cargo de Mauricio Argiró.
Lo curioso es que el funcionario, quien cobra el sueldo como secretario de Seguridad, no sólo no se encuentra a cargo de ninguna Patrulla Urbana, sino que dedica su tiempo a brindar consejos a través de las redes sociales, por ejemplo, sobre los recaudos que tienen que tomar los vecinos ante la presencia de alacranes. Una de las principales recomendaciones fue que hay que sacudir los calzados, porque esos arácnidos acostumbran ocultarse allí.
Es paradójico que el funcionario pierda el tiempo en esas cuestiones –que no son de su incumbencia- y no garantice la presencia, si no de la tan mentada y anunciada Patrulla Urbana, por lo menos de la Policía provincial. Los vecinos que practican ese deporte en los senderos del cerro sostienen que los efectivos de seguridad se ubican sobre las avenidas Aconquija o Juan Domingo Perón, dejando de lado los lugares internos por los que deben circular, los que se transforman en verdaderos “cotos de caza” para los delincuentes.
El último de los hechos, en el que fueron prácticamente emboscados un total de ocho “bikers”, varios de los cuales fueron heridos y dos de ellos sufrieron el robo de bicicletas, una de ellas única en la provincia y, por ello, difícil de vender en el mercado negro que generan estos delincuentes.
Los consejos de Argiró
En sus mensajes por las redes sociales la preocupación de Mauricio Argiró parece ser otra cuando hace recomendaciones en torno a los alacranes: “Sobre esto puedo darles algunos consejos. Los escorpiones (o alacranes) son depredadores y comen cucarachas. Nuestra provincia es una de las zonas en donde se encuentran. No siempre la suciedad es causa de encontrarlos. Son principalmente nocturnos y buscan lugares donde esconderse, en este sentido los zapatos o botas son buenos escondites. Hay que sacudirlos antes de ponérselos. El veneno se encuentra en el extremo de la cola, allí hay un aguijón. Pueden andar por las cañerías. Si hay picadura se debe llevar a la persona a un hospital y en lo posible matar y poner en alcohol al escorpión, que puede ser identificado por un médico…”