Un nuevo libro trata de echar luz sobre algunos interrogantes sobre la vida del personaje bíblico que se volvió un éxito de rating mundial gracias a la telenovela brasileña.
¿Cómo es posible que un personaje bíblico, de cuya propia existencia muchos historiadores dudan, pueda mantener en vilo audiencias en todo el mundo a través de una teleserie producida a miles de kilómetros de donde vivió? ¿Cuál es el secreto de su permanencia en el colectivo imaginario de los monoteístas del planeta después de 3.200 años de muerto?
En busca de algunas respuestas posibles sobre Moisés, Infobae le pidió opinión a la académica Aviva Zornberg, quien acaba de presentar una nueva y muy elogiada biografía del profeta reverenciado por judíos, cristianos y musulmanes.
“Moisés fue siempre una figura atractiva y misteriosa, simplemente por su papel de ‘partero’ de la Santa Biblia, que ha sido tan influyente en el mundo occidental”, explicó Zornberg, autora de “Moses: A Human Life” (Moisés, una vida humana, Yale University Press).
Aquí, un intento de repasar algunos hechos, teorías y opiniones de y sobre la vida de un enorme personaje religioso e histórico que, además, se ha puesto “de moda”.
– Además de la popular teleserie brasileña “Los diez mandamientos”, solamente en esta década al menos dos docenas de producciones televisivas o cinematográficas de alto nivel recrearon al personaje de Moisés, pasando desde la multimillonaria “Exodus: Gods and Kings”, de Ridley Scott con Christian Bale en el papel del profeta, a “HaYeudim Baim”, una serie satírica israelí de fuerte impacto en la televisión local. La larga lista incluye además a la película de animación “The Ten Commandents”, con la voz de Christain Slater, y una comedia televisiva en la que el papel del profeta fue interpretado por… el rapero Snoop Dog.
“En nuestros tiempos, menos religiosos, una razón para el renovado interés por Moisés creo que es la complejidad de su personalidad -dice Zornberg-, que habla directamente al foco que en la psicología hacen tantos pensadores y artistas contemporáneos”.
– A principios de este mes, el website del canal televisivo Al Arabiya, que tiene su base en Arabia Saudita, reportó que un arqueólogo egipcio “descubrió el lugar adonde Dios le habló a Moisés por primera vez”.
Según el científico, Abdul Rahim Rayhan, el lugar se encuentra en el Monte Sharía, también conocido como Monte Sinaí, más precisamente dentro de lo que hoy es el convento de Santa Catalina. Rayhan aseguró que dentro del convento se encuentra el famoso arbusto ardiente que vió Moisés cuando Dios le habló por primera vez y le pidió que se quitara las sandalias porque estaba pisando suelo sagrado.
“Todos los estudios confirmaron que este es en efecto el lugar donde Dios se manifestó a Moisés”, dijo el arqueólogo a Al Arabiya, sin precisar las bases de sus investigaciones, pero jurando que la zarza que se encuentra en el convento, que ya era objeto de veneración desde hace tiempo, es efectivamente la que ardió hace tres mil años. Sugestivamente, el artículo de Al Arabiya, que se publicó tanto en árabe como en inglés, explicó que el mensaje de Dios a Moisés está citado “en los libros sagrado del Cristianismo y del Islam”, y se “olvidó” de mencionar que esas palabras aparecen por primera vez en la Biblia de los judíos.
Las “voces” en la historia del Éxodo son elemento central del libro de Zornberg, quien hace especial hincapié en la negativa de Moisés de darle su propia voz a la misión que le encomendó Dios. Finalmente será su hermano, Aarón, quien cumplirá con ese papel crucial.
“Creo que la historia de la redención” de los israelitas esclavizados en Egipto “se podría haber desarrollado de manera menos complicada si hubiera sido la voz de Moisés la que se dirigió a su pueblo, sin intermediarios”, señaló la académica a Infobae.
Un poco en sintonía con el filme de Scott, la estudiosa resalta una y otra vez la complejidad del carácter del profeta y de su “relación” con Dios. En cierta forma, al rechazar darle su voz al discurso divino, Moisés está representando el costado más humano de la “resistencia” al poder, especuló.
– El Islam lo reconoce como uno de los principales profetas y lo reverencia, pero si Moisés hubiera nacido en estos tiempos, tendría serios problemas migratorios. Zornberg destacó que precisamente la “doble identidad” egipcia-israelita de Moisés será uno de los rasgos dominantes de su personalidad e incluso eje de muchas interpretaciones de los comentaristas bíblicos.
Moisés fue adoptado por la hija del faraón y creció como egipcio. Si bien no logró entrar a Canaán, no se duda de su identidad judía. Ahora bien, las leyes egipcias actuales establecen puntualmente que cualquier persona que adopte la nacionalidad de ese país la perderá de inmediato si después se hace también ciudadano israelí.
– Zornberg, nacida en Escocia y actualmente residente en Jerusalén, afirmó que, “como judía religiosa, personalmente creo en la existencia” histórica de Moisés. Pero no es eso lo que muchos historiadores y arqueólogos contemporáneos creen. Citados por el diario israelí Yediot Ajronot, varios académicos coincidieron en asegurar que, en realidad, no eran los israelitas quienes se fueron de Egipto, sino los egipcios de la entonces Canaán.
Al parecer, según estos científicos, el imperio egipcio ocupó lo que hoy es Israel durante varios siglos, incluyendo la época en que, según las estimaciones alrededor de la Biblia, ocurrió el éxodo liderado por Moisés.
Para sostener esta teoría, uno de los principales arquéologos de la Autoridad Israelí de Antigüedades (IAA, por su sigla en inglés), Yitzhak Paz, recordó el descubrimiento de un presunto fuerte egipcio, con inscripción en honor de Ramsés y todo, en lo que ahora es la ciudad vieja de Yafo, que forma parte de Tel Aviv.
Más aún, el año pasado un equipo de la IAA descubrió también en Tel Aviv los restos de lo que habría sido una “cervecería” egipcia hace unos 4.000 años. Cerca de donde funcionan numerosos bares contemporáneos adonde noche a noche se divierten los israelíes, los egipcios residentes en Canaán preparaban la bebida que usaban como parte fundamental de su dieta alimenticia.
– A pesar de su gigantesca sombra histórica y religiosa, o precisamente a causa de ella, son pocos los padres que eligen bautizar a sus hijos con el nombre del profeta. En Estados Unidos, por ejemplo, el lugar más alto en el ranking, según las estadísticas oficiales de la oficina de Seguridad Social, fue el 418 de 1979. En el 2015, apenas 628 bebés recibieron ese nombre, un 0,031 por ciento de todos los nacidos ese año.
Según la Registraduría Nacional de Colombia, Jesús es uno de los diez nombres más populares para varones en el país en los últimos quince años, pero no Moisés. En cambio, el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil de Perú encontró el año pasado que Moisés aparece en el puesto 129 entre todos los nombres, tanto masculinos como femeninos, con 43.897 anotaciones.
En Chile, según las planillas del Registro Civil, dominan “Benjamín” y “Vicente”, pero nada de profetas, mientras que en Argentina el liderazgo es para los “Santiago” y los “Mateo”, pero tampoco aparece el personaje bíblico.
Y en Israel, el nombre “Moshé” apareció en el 2014 apenas en el noveno lugar entre los bebés judíos, detrás de Noam, Ori, David, Yosef, Eitan, Ariel, Daniel y Yehonatan. Según la oficina de Población, el nombre más popular ese año entre los bebés de todas las religiones fue… Mohammed.
Fuente: Infobae