El Gobierno lo presentó este lunes en el Senado, aunque admiten que será difícil que se vote este año. Sancionará la violencia en las marchas y a los migrantes que usen documentos falsos.

Después de discusiones, postergaciones, cambios de estrategia y revisiones, el proyecto de reforma del Código Penal pasó a la firma de los ministros y este lunes por la noche llegó al Congreso. Mauricio Macri dio la instrucción de avanzar en la última reunión de Gabinete, el proyecto entrará por el Senado y el oficialismo buscará empujar el inicio del tratamiento el mes próximo, en una etapa de mínima actividad legislativa y sin expectativa de convertirlo en ley este año. La presentación funcionará como una toma de posición con el objetivo de fogonear el debate de algunos aspectos vinculados a la seguridad y delitos de corrupción, en línea con la estrategia de la Casa Rosada de levantar esos temas ante la falta de resultados en materia económica.

Fin a la mentira y a la corrupción

Las actividades de Macri y María Eugenia Vidal ayer funcionaron como muestra. El Presidente únicamente se apartó de la agenda con el rey español Felipe VI para abrir en el CCK el “Seminario antimafia Italo-argentino”. La gobernadora fue a La Matanza por el derrumbe de un búnker de droga, el número 100 durante su gestión. “El cambio que pidieron los argentinos exige poner fin a la mentira, a la corrupción y muy especialmente a las mafias. Antes el Estado era parte del problema, hoy es parte de la solución”, buscó contraponer Macri, y enumeró como logros el decreto de extinción de dominio, la Ley del Arrepentido y la de Flagrancia, y el programa Nacional de Protección de Testigos.

Penas más duras

Con el nuevo Código, uno de los objetivos que se había propuesto para mostrar como legado -el actual rige desde 1921, con parches-, buscará resaltar el endurecimiento de las penas a los delitos por corrupción, narcotráfico y control de la calle, aunque tendrá que limitarse por el momento y durante los largos meses de campaña a la presentación. Lo mismo sucederá con el Régimen Penal Juvenil, que será enviado por separado.

Para abril o mayo

“La idea es que el proyecto comience a discutirse en abril o mayo, y estimamos que puede convertirse en ley el año que viene”, dijo a Clarín un alto funcionario. Sin mayoría en ambas cámaras, al macrismo no le será sencillo empujar el tratamiento de este tema y en general el Congreso se prepara para un funcionamiento acotado en los próximos meses con la campaña en su etapa más intensa. Ya el balance de 2018, sin ser un año electoral, quedó en el podio de los peores desde el regreso de la democracia. A su vez el debate del nuevo Código Penal en este momento generó incluso rechazo dentro de Cambiemos, como el de Elisa Carrió.

Se enfocan en la seguridad

Ante la crisis económica, la serie de indicadores negativos y sin señales de la declamada recuperación, el macrismo tomará el nuevo Código para enfocarse en las modificaciones vinculadas a la seguridad y tenencia de armas, condenas de cumplimiento efectivo para casos de corrupción y penas más duras para los cortes de calles y las agresiones en las manifestaciones, cuestionado por las organizaciones sociales como un avance en la criminalización de la protesta. Entre los cambios aparece la restricción de la libertad condicional y el aumento de las escales penales a migrantes que usen documentación falsa o incumplan la prohibición de reingreso al país.

fuente: clarín

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