El presidente indultó a “Tater” y “Tot” en una ceremonia llena de chistes y la última como mandatario en el Día de Acción de Gracias.
En esta ocasión, Obama no estuvo acompañado de sus hijas Sasha y Malia, sino por sus dos sobrinos, Austin y Aaron Robinson, de 6 y 4 años.
“Este año (Sasha y Malia) tenían problemas de calendario. En realidad, ya no podían soportar más mis chistes. Estaban hartas”, confesó el presidente, quien el próximo 20 de enero cederá el puesto a Donald Trump.
“Tater” había sido declarado “Pavo Nacional de Acción de Gracias”, mientras que “Tot” debió conformarse con el título de “vicepavo”.
Obama bromeó que cuando deje la Casa Blanca seguirá con tradición de perdonar a pavos por el Día de Acción de Gracias, informó la agencia de noticias DPA.
“Malia y Sasha están aliviadas de que ésta sea mi última ceremonia de perdón presidencial. Pero lo que no saben es que vamos a hacer esto cada año a partir de ahora. Sin cámaras, solo nosotros. De ninguna manera voy a dejar este hábito de golpe”, dijo Obama.