Parrilli se reunió con Assange en el marco de una curiosa gira internacional que Cristina Kirchner le pidió que concretara.
La semana pasada el ex titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), Oscar Parrilli, mantuvo un largo encuentro con el programador y ciberactivista Julian Assange, confinado desde hace cuatro años en la embajada ecuatoriana en Londres, para evitar un seguro juicio por espionaje y traición en los Estados Unidos, donde podría ser condenado a la pena de muerte.
Parrilli se reunió con Assange en el marco de una curiosa gira internacional que Cristina Elisabet Kirchner le pidió que concretara. Primero mantuvo encuentros en Madrid con los dos dirigentes más chavistas de Podemos, el secretario político Iñigo Errejón y el secretario de relaciones internacionales, Pablo Bustinduy.
El sábado 21 de mayo mantuvo un encuentro con Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, ultracrítico del conservadurismo gobernante, quien habría escuchado consejos del ex funcionario kirchnerista en torno a “la nueva economía y cómo resolver el problema de vivienda a través de de la participación activa del Estado”, según informó la prensa del ex secretario general de la Presidencia.
En la página del Instituto Patria, la oficina política de la ex presidente que funciona en la calle Rodríguez Peña de esta Capital, se asegura que “Parrilli explicó que en la reunión posterior, Corbyn hizo hincapié en la necesidad de resolver la crisis habitacional de un millón de viviendas con intervención del Estado y la limitación de los precios de los alquileres. Criticó fuertemente el precio de las tarifas electrónicas y de los transportes y se diferenció de David Cameron al reivindicar el rol de los sindicatos, las cooperativas y las pequeñas y medianas empresas”.
La agenda en Londres estuvo a cargo de la ex embajadora argentina en Gran Bretaña, Alicia Castro, que aprovechó la organización de una conferencia sobre El Estado de la Economía realizada por el laborismo británico, para que Parrilli tuviera la excusa y concretar la reunión a solas con Assange.
Lo más probable es que Corbyn no supiera que dos días después, el argentino se reuniría con el fundador de Wikileaks. De hecho, en la página donde Parrilli anuncia que invitó a Corbyn a visitar la Argentina se puede ver que la foto que acompaña el posteo fue tomada en forma casual, como si no hubiera existido una verdadera reunión.
En el encuentro que el lunes 23 se realizó con Assange “se habló de política internacional, pero, fundamentalmente, estuvo enfocado en temas relacionados con el rol de las agencias de inteligencia”. El vocero del ex titular de la AFI le dijo a Infobae que “la reunión fue larga y Parrilli salió muy entusiasmado y, seguramente, hablaron de algunas cosas más que a mí no me dijo”.
Si bien esa fue la explicación del ex titular de Inteligencia argentino, se pudo reconstruir con otras fuentes qué sucedió realmente en ese cónclave y el verdadero motivo fue pedirle al activista “toda la información posible sobre Mauricio Macri, sus funcionarios y sus amigos más cercanos”. El diálogo fue extenso, estuvieron juntos más de cuatro horas. No se pudo confirmar si al término del mismo Parrilli ya se habría vuelto con parte de la información que solicitó o si la misma le irá llegando en el transcurso de los días, pero el pedido concreto se realizó y el interlocutor comenzó a recolectar lo solicitado.
En Londres se tiene la información de que el ciberactivista aún maneja una red de hackers internacionales, aunque reconocen que su capacidad operativa es limitada por dificultades presupuestarias, ya que está confinado en el último piso de la embajada ecuatoriana. Consultado por este diario, un funcionario del Gobierno consideró que el ex titular de la AFI “puede haberle facilitado fondos para operar en nuestra contra, aunque vemos una maniobra más infantil que otra cosa, que no puede asustar a nadie. Tal vez el sello Assange sea utilizado para potenciar cualquier tipo de hackeo o búsqueda de información que supuestamente podría perjudicarnos, pero más bien parece una maniobra del Súper Agente 86, incapaz de cualquier daño”, dijo.
Finalmente, agregó: “Pareciera que la ex presidente quiere mostrarse como una persona que no está aislada internacionalmente, aunque esta supuesta gira de Parrilli parece demostrar lo contrario”.