Cada vez que el intendente capitalino, Germán Alfaro, quiere poner en práctica alguna estrategia para perjudicar a sus rivales políticos, uno de sus propios colaboradores lo ayuda a quedar en ridículo. En el privilegiado ránking de los que acostumbran “meter la pata”, uno de los que lideran sin discusión y con una gran ventaja, justamente es el concejal Agustín Romano Norri, presidente del Bloque de Cambiemos y “protegido” del Intendente.
Sin embargo, son pocos los que se animan a aventurar hasta cuándo le durará la paciencia al “lord mayor”, teniendo en cuenta que ya es evidente el perjuicio que le causan a su gestión de gobierno los errores groseros que cometen aquellos que se encuentran dentro del círculo de confianza.
En esta ocasión, el edil, quien reside en un edificio de calle Monteagudo al 500, se habría equivocado de departamento y habría comenzado a golpear y patear la puerta de un vecino, que paradójicamente vive en un piso distinto al del joven político. Asustado por el accionar violento, este vecino llamó al 911. Los efectivos se habrían hecho presentes en pocos minutos y evitaron que el concejal continuara golpeando la puerta del vecino. Según los testimonios de algunos de los habitantes del edificio, Romano Norri parecía bajo los efectos del alcohol, porque no actuaba con normalidad.
Los policías lo retuvieron en la portería del mencionado edificio, pero un grupo de amigos, con quienes se encontraba realizando una fiesta en su departamento, acudieron en su ayuda y convencieron a los uniformados para que no lo detuvieran. Se lo llevaron de inmediato al departamento en donde la reunión prosiguió. Al parecer, previamente el edil habría abandonado el encuentro con sus amigos para buscar algo y cuando regresó no supo reconocer su lugar de residencia, generando el escándalo que alertó a varios de los vecinos del edificio, quienes registraron las fotos que se viralizaron en las redes sociales.
A escasas semanas de la movida del intendente Alfaro de realizarse, junto a sus funcionarios y concejales, estudios toxicológicos, para contraponer su postura a la de los ediles opositores, surge este escándalo. El concejal Romano Norri había pasado sin problemas por el mencionado análisis. Sin embargo, desde el espacio Juventud Peronista Tercera Posición, pusieron en duda que el concejal haya dado negativo el politizado examen toxicológico, al sostener que parecía borracho y al mismo tiempo dejar abierta la posibilidad sobre el consumo de alguna otra sustancia.
Romano Norri, al igual que con el audio en el que insultaba a Eva Perón y vivaba a una enfermedad tan cruel como el cáncer, negó ser el protagonista del hecho.
Lo cierto es que la noticia generó un dolor de cabeza al intendente Germán Alfaro, quien analizaba junto a sus colaboradores más cercanos, los pasos a seguir. Su estrategia para esmerilar a los opositores se cayó como un castillo de naipes. Ya se le ocurrirá algo para salir del paso, pero seguramente un nuevo escándalo lo hará retroceder varias casillas.