La risa se va a apagando en la televisión. De aquellas carcajadas que la pantalla chica nos provocaba en los 80 y 90, ya nos queda una sonrisa a media agua. Casi una excepción, Peligro Sin Codificar mantenía en pie el humor de aquel espíritu. Hasta que esta semana dejó de emitirse, cuando nada hacía preverlo. “Nos avisaron hoy, después de una grabación”, contó Diego Korol este miércoles. Hoy, sábado, el ciclo ya no salió al aire.
Pachu Peña, una de las grandes figuras, fue en igual sentido que el conductor: “Fue medio sorpresivo”, confirmó. Y buscando no quedarse en el lamento, consideró: “Hay que relajarse, empezar a proyectar para el 2020, renovarse y seguir para adelante y ver qué hacemos”, dijo el humorista rosarino.
“Pensábamos seguir hasta fin de año, que era lo que habíamos arreglado -agregó Peña-. Pero bueno, son épocas difíciles del país, donde hay que recortar gastos y demás, y caímos nosotros”. El ex VideoMatch hizo entonces una salvedad respecto a una crisis económica que afecta a todo el país, y en la cual, la industria televisiva no es ajena. “Hay gente que está mucho peor, con cierre de empresas, despidos y esas cosas. Nosotros (por los actores y humoristas) siempre nos podemos reubicar en alguna obra, hacer un evento, la podemos remar de algún lado. Pero hay gente que realmente la está pasando mal. Así que no es para dramatizar tanto”.
No obstante, reconoció que el final de Sin Codificar es “un golpe duro”. Y sorpresivo: “Este año largamos a fin de agosto, fue tardío el arranque. Nunca en la vida duramos tan poco como esta vez: dos meses”. Surge entonces la desazón. “Es un programa que amamos hacerlo. Hay un lindo grupo, buena energía siempre, divertimos a la gente, que es lo que más nos gusta. Y ya tendremos revancha”.
Por lo pronto, el viejo compinche humorístico de Pablo Granados no se quedará quieto. “No me gusta estar al cohete en mi casa. Me gusta levantarme y saber que tengo que ir a grabar o a una reunión de producción. Siempre me gusta hacer algo. Levantarme y saber que no tengo que hacer nada, más que ir a buscar a mis hijos al colegio, me incomoda un poco…”.
“Estamos con salud, con ganas, estamos proyectando una obra. Estoy de reunión en reunión, iremos barajando qué es lo que conviene, lo que para mí va a ser mejor, donde pueda rendir más, donde me sienta más cómodo y ahí elegiré. Tampoco tengo tantas propuestas para tirar arriba de la mesa…”.
Como Pachu, el conductor del envío también había manifestado todo su asombro por la determinación de Telefe, en un medio -el televisivo- en el que no existe “continuidad ni lógica”. “A nosotros nadie en ningún momento nos dijo: ‘El rating no nos conforma’. De hecho, el programa ganó su franja. No tuvimos ningún contacto como para decir: ‘Sí, mirá, un día hablamos y nos dijeron que estaban preocupados por el rating’”.
“Nosotros arrancamos para hacer tres programas, creo que arrancamos para hacer un verano, ocho programas, y terminamos estando once años. Es como dicen los jugadores: no preguntamos cuándo nos ponen, no preguntamos cuándo nos sacan”, concluyó Diego.