A pocas horas de iniciarse la pericia sobre los restos que se suponen son de Facundo Astudillo Castro, el joven desaparecido el 30 de abril cuando viajaba a “dedo” desde la localidad de Pedro Luro a Bahía Blanca, para encontrarse con su ex novia, en la cercanía del ministro de Seguridad Bonaerense, Sergio Berni, están convencidos de que no se trató de una “desaparición forzada” por parte de la policía bonaerense, hecho que según la querella sucedió después de ser demorado dos veces, primero en Mayor Buratovich y luego en Teniente Origone, por violar la cuarentena, sino que Facundo murió en un accidente al caerse de uno de los puentes que cruzan el canal Cola de Ballena, en la localidad de Villarino, donde fue encontrado, el 15 de agosto pasado, un cuerpo esquelético. Esta hipótesis es la que con más fuerza abona el fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez.
Las razones del accidente
Con fotos y mapa en las manos de la zona donde se descubrieron los restos de un cuerpo esqueletizado incompleto -le faltan los dos brazos y la dentadura frontal- los funcionarios políticos del área de Seguridad, y de la policía bonaerense –apartados de la investigación de la causa, al estar sospechados al menos cuatro de sus integrantes- especulan que Facundo pudo haber caído a la ría, donde por momento la correntada es importante, el fondo es fangoso y la marea sube y baja de manera peligrosa.
¿Fue un tropezón?
La caída se podría haber producido -especulan- posiblemente al tropezar con las vías donde antes circulaban trenes y ahora solo lo hacen las viejas zorras, o al pisar alguno de los rieles en mal estado.
El lugar es inhóspito, de muy difícil acceso. A ese espejo de agua de mar se lo llama también “salitral” y cangrejal”. Es conocido también por los “chanchos salvajes” y zorros, que hay en la zona y que son atractivos para algunos cazadores furtivos que, como algunos pescadores, suelen frecuentar el pantanal ubicado a la altura del km 714 de la Ruta Nacional Nº 3, entre Cabeza de Buey y General Daniel Cerri, justo en el límite entre los partidos de Villarino y Bahía Blanca.
Lugar fangoso
Prefectura Naval -que colabora en la investigación junto a las otras fuerzas federales- ya está realizando estudios sobre la altura de las aguas en ese sector desde el 30 de abril en adelante, para conocer el comportamiento de la marea, las temperaturas, la concentración de salitre y de los sedimentos.
Todos esos elementos serán tenidos en cuenta por el Equipo Argentino de Antropología Forense, al momento de emitir su informe sobre los restos hallados en el canal.
La testigo H
Berni y su entorno más cercano tienen en cuenta las declaraciones de la denominada “Testigo H”, la mujer propietaria de una estancia que asegura haber levantado al joven, aproximadamente a las 15:50, a metros del control policial ubicado en la localidad de Teniente Origone. Ese punto geográfico está ubicado a unos 72 kilómetros de Bahía Blanca, ciudad de destino de Astudillo Castro, y al que nunca llegó.
La testigo, que le generó confianza a la fiscalía, pero que es cuestionada por la querella que representa a Cristina Castro, por sus supuestas “contradicciones”, aseguró que dejó al joven de 22 años en el cruce de la Ruta Nº 3 y las vías, lugar ubicado a casi tres kilómetros del control fitosanitario, lugar donde la camioneta, ya sin Facundo, quedó registrada, rumbo a la ciudad de Bahía Blanca, a las 16.06.
Lo que se cree
Desde ese punto, Astudillo Castro caminó unos 15 kilómetros ya cayendo la tarde, con escasa iluminación, y desconocimiento del terreno.
Siempre según el relato de los funcionarios bonaerenses, entre las 20.20 y las 20.50 de ese 30 de abril, se registraron ocho comunicaciones; siete a la ex novia y una a un amigo, al que le dice que tiene poca batería. Después no hay mas contacto ¿Se quedó efectivamente sin carga en el celular, el que además no tenía crédito y por eso enviaba SMS? ¿O porque Facundo se cayó al canal del que no pudo salir?
Las preguntas, al menos por ahora, no tienen respuesta
El celular de la víctima aún no fue hallado. El contenido de los textos enviados a la chica que quería reconquistar por ahora son un misterio. Ella lo tenía bloqueado y por eso el contenido no aparece en la pantalla. La empresa de telefonía celular hasta ahora no los aportó a la causa.
Según consta en el expediente, en Mayor Buratovich los policías Mario Gabriel Sosa y Jana Curuhinca le labraron un acta por violar la cuarentena. Después de eso, los mismos uniformados, le toman la foto que trascendió con él de espalda y mirando a la patrulla policial.
Después de eso, la agente Siomara Flores lo acercó con su vehículo varios kilómetros. Según su relato en sede judicial, él se bajó el auto y siguió caminando e dirección a Teniente Origone. Esto es a unos 25 kilómetros del retén anterior.
Allí lo ven caminando y un móvil de esa segunda localidad, al mando del capitán Alberto González intenta infraccionarlo por segunda vez.
Facundo le dice que ya le labraron un acta por violar la cuarentena. El oficial llama a sus colegas a la comisaría -la comunicación quedó registrada en la repartición de Mayor Buratovich- y pregunta qué directivas debía tomar.
Vía telefónica le certifican al capitán que efectivamente a Facundo se le labró un acta y que el “juzgado de turno” ya dispuso que Astudillo Castro “siga camino a la casa de Bahía Blanca”. Es en ese punto que González le saca una foto, como constancia, al registro de conducir.
En el juzgado fueron aportadas las anotaciones del libro de guardia donde constan esas “novedades” y la foto del documento con el que se identificó el joven. Fue a las 15.43 del 30 de abril.
Cuando el policía gira en U para volver al destacamento de Origone, observa que Facundo se sube a una camioneta gris. Meses después se conoció que la mujer que conducía el rodado sería la “Testigo H”, la misma que lo dejó en el cruce de la Ruta 3 y las vía del tren.
Saben hacer desaparecer
“Si la policía quería hacer desaparecer el cuerpo de Facundo porque, como sostiene la querella, quiso defender sus derechos, discutió, le pegaron un palazo y lo mataron, es mucho más fácil cargarlo en un auto particular, hacen diez cuadras en dirección al mar, agarrar una pala de punta y enterrarlo en un médano o en cualquier lugar”, dicen desde el entorno del ministro Berni y detallan: “Esa zona es un páramo”.
fuente: infobae