La directora gerente del Fondo Monetario Internacional también sostuvo que Argentina “ha tenido relaciones turbulentas con el FMI durante tiempo”, pero aseguró que el organismo está dispuesto a “apoyar las políticas que rompan ese ciclo de boom y caída”.
La directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, afirmó que “hay una oportunidad” detrás de las negociaciones con los acreedores para que Argentina “rompa con este ciclo” de caída de su economía, y consideró que para eso, el país debe “devolver la deuda a un nivel sostenible”.
“Argentina es una historia compleja. Un país que pasó por ciclos de boom y caída durante décadas, que suspendió pagos ocho veces y ahora se encuentra en el noveno impago técnico, que esperemos que no se convierta en real”, dijo Georgieva en una entrevista publicada hoy por el diario español El País.
La directora del FMI también indicó que Argentina “tuvo relaciones turbulentas con el FMI durante un tiempo”, pero aseguró que “si (desde el Gobierno) vienen al Fondo a pedir un programa de ayuda, trabajaremos duro en apoyar las políticas que rompan ese ciclo de boom y caída”.
Argentina mantiene una deuda de US$ 44.000 millones con el FMI, que buscará negociar luego de que cierre las tratativas para restructurar US$ 66.300 millones de títulos emitidos bajo legislación extranjera.
“Lo que vemos ahora es una oportunidad para que el país rompa con este ciclo y esa oportunidad debe anclarse en algo, que es devolver la deuda a un nivel sostenible”, dijo Georgieva.
Fuentes del Palacio de Hacienda consultadas reseñaron que hasta mañana rige el acuerdo de confidencialidad alcanzado entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, y un grupo de tenedores de bonos, para alcanzar un acuerdo antes del viernes, plazo que fijó el gobierno para que los acreedores acepten la propuesta.
El gobierno decidió mejorar la oferta de renegociación de la deuda sobre la base de las últimas recomendaciones del FMI y por ello retomó una ronda de intercambios con los acreedores para contribuir a “una reestructuración de deuda exitosa”.
Aunque no hubo mayores especificaciones, las mejoras de oferta incluyen dos años de gracia, una rebaja de intereses total de un poco menos de 62% y una quita de capital promedio de 5%, tal la información recogidas en los últimos días.
Tras la prórroga anunciada el viernes por otros siete días hasta el 19 de junio para la aceptación de la propuesta argentina, se explicó que salvo una nueva modificación, el anuncio de resultados será el lunes 22 de junio y la fecha de ejecución, la entrada en vigencia y fecha de liquidación el 25 de junio.
“Yo quiero ser optimista. Todos queremos evitar el default. La Argentina está haciendo un esfuerzo enorme tratando de hacer una oferta que también atienda el reclamo de los acreedores. La reestructuración de esta deuda es complejísima”, resaltó ayer el presidente, Alberto Fernández.
La oferta inicial, difundida a mediados de abril, contemplaba el no pago de vencimientos de capital e intereses hasta noviembre de 2023, y a partir de ese año abonar una tasa del 0,5%, que iría creciendo de manera gradual hasta niveles sostenibles.
Además, esa propuesta conllevaba una reducción de capital de US$ 3.600 millones, es decir, una quita del 5,4% sobre el stock de deuda y una reducción del pago de intereses de US$ 37.900 millones, que equivale a una quita del 62%.
Esta propuesta fue rechazada en tres oportunidades, y a fines de mayo, el Ministerio de Economía presentó mejoras en la oferta, con una reducción del período de gracia desde los 3 años ofrecidos inicialmente a 2 años y con una mejora en el pago de intereses.
Además, propuso un menú con seis bonos, la quita de capital se redujo al 1% e incorporó un bono para los intereses no pagados. Incluso, el gobierno estaría dispuesto hasta hablar de un cupón PBI.
Según un cálculo de la consultora Eco Go, con esta oferta mejorada de Martín Guzmán, cada bono valdría cerca de US$ 47 dólares por bono contra los US$ 40 de la iniciativa original.
Ahora, medios locales, citando fuentes oficiales, también aseguraron que el gobierno estaría dispuesto a entregar un cupón atado a la evolución del PBI más otro vinculado al aumento de las exportaciones, para reducir la brecha con la propuesta de los acreedores.