Cuando vemos los premios Oscar, todas parecen ser amigos. Se saludan, se abrazan, sonríen, pero en realidad muchos de ellos detrás de cámaras se detestan. Muchos de ellos tuvieron que dejar a un lado sus diferencias frente a la cámara para hacernos creer que estaban enamorados, que eran amigos o que estaban pasando un buen rato, aunque en realidad estuviesen odiando todo el tiempo a su compañero más cercano.
A Leonardo DiCaprio le gustaba jugar bromas que solo a él le parecían divertidas mientras que Claire Danes odió a su enamorado en Romeo y Julieta; Bill Murray se quedó fuera de la secuela de Los Ángeles de Charlie por cuestionar los dotes actores de sus compañeras de elenco. Trabajar en Hollywood es, en definitiva, como cualquier otro trabajo: no siempre tienes la mejor relación con todo el mundo.
A lo largo de los años, algunas celebridades se han ganado una pésima reputación entre sus compañeros de reparto, tanto que otros actores no quieren volver a trabajar con ellos. Desde simples conflictos de personalidad hasta insultos desquiciados y mucho más.
Jim Carrey y Tommy Lee Jones
Cuando Jim Carrey interpretó al Acertijo en Batman Forever, estaba en el apogeo de su carrera. Su coprotagonista Tommy Lee Jones, quien interpretó a Dos Caras, definitivamente no era un fanático del estilo de humor de su colega.
Una noche antes de filmar una escena juntos, Carrey y Jones coincidieron en un restaurante. Cuando Carrey se acercó a la mesa de Jones para saludarlo, no recibió el saludo que esperaba. “Se levantó, temblando, me dio un abrazo y me dijo ‘Te odio. En verdad no me agradas’. Yo contesté ‘¿Cuál es el problema?’ y tomé una silla, lo cual probablemente no fue la mejor idea. Él respondió: ‘No soporto tus payasadas”.
Al explicar a qué podía deberse este odio, Carrey resaltó: “Yo era la estrella, ese fue el problema”. Esta aseveración fue respaldada por el director Joel Schumacher, quien confirmó que Jones tenía una mala actitud en el set, y dijo a Entertainment Weekly en 1996: “Jim Carrey era un caballero y Tommy Lee se sentía amenazado por él. Estoy cansado de defender a los actores excesivamente pagados y privilegiados”.
Pero como el caballero que es, Carrey defendió a Jones diciendo: “Probablemente se sentía incómodo con ese trabajo. En realidad no era tanto su estilo. Pero es un actor fenomenal y yo lo estimo”.
Julia Roberts y Nick Nolte
En 1994, Nick Nolte y Julia Roberts protagonizaron juntos la comedia romántica I Love Trouble. Los dos no encajaron bien en el set, y su falta de química era más que evidente para el equipo de producción de la película. Según los reportes de ese momento, las peleas constantes se pusieron tan mal que el director Charles Shyer recurrió a filmar algunas de sus escenas por separado para mantenerlos los más lejos posibles.
Mientras filmaba la película, Roberts le dijo al New York Times que Nolte era “completamente desagradable” y que “parece que se esfuerza por repeler a la gente”. Nolte luego respondió: “No es agradable llamar a alguien ‘repugnante’. Pero ella no es una buena persona. Todos lo saben“. La disputa fuera de la pantalla la retomó Roberts cuando apareció en The Late Show y siguió con las acusaciones contra Nolten.
Richard Gere y Sylvester Stallone
La disputa entre los actores terminó con uno de ellos sin trabajo. Stallone explicó que Gere había sido elegida originalmente como el personaje principal en el drama de 1974 The Lords of Flatbush, pero su pésima relación durante el rodaje provocó que Gere fuera reemplazado por Perry King. Stallone recuerda que Gere fue un completo imbécil en el set, incluyendo ponerse demasiado rudo durante los ensayos de pelea y derramar comida grasosa sobre los pantalones de Stallone: “El director tuvo que tomar una decisión: uno de nosotros tuvo que irse, uno de nosotros tuvo que quedarse”.
Robert Downey Jr. y Terrence Howard
“Robert Downey Jr. me echó de Iron Man y se llevó mi dinero”. Terrence Howard no tuvo problema al hablar sobre su pelea con el coprotagonista de Iron Man Robert Downey Jr. En 2013, Howard afirmó que mientras el estudio inicialmente le había ofrecido un contrato de tres películas luego se quedó sin nada y culpó firmemente a Downey Jr.
“Resulta que la persona a la que ayudé a convertirse en Iron Man, cuando llegó el momento de regresar para la secuela, cogió el dinero que se suponía que iban a pagar a mí y me echó”, afirmó en declaraciones al programa Watch What Happens Live. “Hicimos un contrato para tres películas, lo que supone que firmas todo por adelantado. Iba a cobrar una cierta cantidad de dinero para la primera, otra cantidad para la segunda y otra para la tercera”, relata Howard que asegura que fue entonces, cuando iba a comenzar la producción de la segunda película, cuando se dirigieron a él para decirle que le iban a pagar “una octava parte” de lo acordado.
Fue entonces cuando acudió a Robert Downey Jr., para pedir ayuda y llegó la gran decepción. “Entonces llamé a mi amigo, al que había ayudado a conseguir el primer trabajo, y no me devolvió la llamada hasta tres meses después”.
En la segunda película de Iron Man, Terrence Howard fue sustituido por Don Cheandley como el teniente coronel James Rhodes
Wesley Snipes y Ryan Reynolds
Leer el relato de Patton Oswalt sobre su tiempo en el set de Blade Trinity de 2004 es mucho más interesante que ver la película en sí. A diferencia de las dos primeras películas de la trilogía, Trinity fue una decepción para la crítica y un frracaso comercial. Según Oswalt, no se debe culpar al director David S. Goyer por la forma en que resultó la película, ya que pasó la mitad de su tiempo lidiando con el comportamiento errático del protagonista, Wesley Snipes.
“Wesley estaba jodidamente loco de una manera hilarante”, dijo el actor y comediante. “No salía de su camarín y fumaba marihuana todo el día”. Oswalt afirmó que Snipes “trató de estrangular al director” en un tenso momento, lo que llevó a Goyer a contratar a un grupo de motociclistas como guardaespaldas. “Y eso asustó tanto a Wesley que, durante el resto de la producción, solo se comunicaría con el director a través de notas post-it“.
Sin embargo, no fue solo con Goyer con quien Snipes se enfrentó. La estrella de acción tampoco se llevaba bien con el coprotagonista Ryan Reynolds, aparentemente negándose a llamarlo por su nombre. “Se refería a Ryan Reynolds como ‘basura””, dijo un miembro del equipo ejecutivo al escritor Chris Parry bajo condición de anonimato. “Muchas de las líneas que tiene Reynolds fueron solo el resultado de que Wesley no estuvo allí”, agregó Oswalt.
Reynolds se rió cuando le preguntaron si alguna vez consideraría reunirse con Snipes para una cuarta película de Blade, respondiendo con un énfasis enfático:“No”.
Julianna Margulies y Archie Panjabi
En el set de The Good Wife, una disputa entre las estrellas Julianna Margulies y Archie Panjabi causó tensión durante años antes de que Panjabi dejara el programa. Si bien los personajes que interpretaron las dos mujeres fueron una vez muy buenos amigas, las actrices no lo fueron. Nunca filmaron juntas durante 51 episodios, y la mayoría de la comunicación en pantalla entre sus personajes se realizó por teléfono. Cuando Panjabi dejó el programa, ella y Margulies finalmente tuvieron una escena juntas, una en la que las dos actrices filmaron sus partes de la escena por separado y luego se unieron gracias al poder de la pantalla verde y el CGI. A Panjabi no le quedó otra opción que encontrar un nuevo trabajo.
Patrick Swayze y Jennifer Grey
Patrick Swayze en su biografía contó que le resultaba “extremadamente irritante” trabajar con Jennifer Grey. Ella se negaba ensayar las escenas una y otra vez y, encima, cuando alguien la criticaba, se echaba a llorar en el set. En muchas escenas pidió dobles de riesgo, como el famoso momento en que practican mantener el equilibrio en un palo de un árbol. En más, Grey había pedido a la producción que Patrick no sea su galán en Dirty Dancing. No obstante, no lo consiguió y tuvo que trabajar con él en una filme que nadie quiso hacer y que luego se convirtió en todo un suceso en la taquilla. No fue un rodaje ameno y estuvo lleno de momentos de tensión, pero con el tiempo se reconciliaron y se hicieron grandes amigos.
Angelina Jolie y Johnny Depp
Depp no es una persona fácil para trabajar, y Jolie es conocida por ser particularmente maniática, así que era de esperar que saltaran las chispas en el rodaje de El Turista. La actriz confesó a sus íntimos que no soportaban al excéntrico actor, mientras que Depp dijo abiertamente que en los descansos del rodaje se marchaba lo más lejos posible de ella. Tras la producción que fue un fracaso total con muy malas críticas, arreglaron sus asuntos personales y hoy son buenos amigos.
Bill Murray y Lucy Liu
Hay un motivo por el cual Murray no repitió en la secuela de Los ángeles de Charlie. La película era mala, sí, pero fue Lucy Liu quien lo pidió. Según cuentan en el set de rodaje, Murray se la pasó cuestionando los dotes interpretativos de sus compañeras, lo cual en el caso de Drew Barrimore y Cameron Díaz se saldó con un piropo y en el de Liu con un áspero “¿Tú, qué haces aquí, si no sabes actuar?”. Fue en ese momento cuando la actriz demostró que, al menos para las escenas de acción, tenía entrenamiento más que de sobra y lo golpeó.
Murray se defendía así en The Guardian de su fama de difícil: “Tengo esa reputación por culpa de la gente con la que no me gusta trabajar o que no sabe hacerlo. Algunos creen que te contratan y pueden tratarte como dictadores”.
Leonardo DiCaprio y Clare Danes
Una de las parejas más encantadoras que se han visto en el cine, pero no todo era felicidad en el set. Claire Danes declaró en repetidas ocasiones que no la pasó bien durante la filmación porque pensaba que DiCaprio era un inmaduro por jugar distintas bromas al elenco y al equipo de producción. Por su parte, el ganador del Oscar se quejó de que ella era demasiado seria y nada divertida, pero afortunadamente ambos eran tan buenos intérpretes que nadie se dio cuenta y su química en Romeo y Julieta (1996) fue innegable.