Germán Figueroa, de 40 años, ingresó al Centro de Salud el pasado 16 de febrero por un cuadro respiratorio agudo agravado por su obesidad mórbida. Estuvo internado en terapia casi dos meses pero ahora, con una evolución positiva y 60 kilos menos (pesaba 320 kilos), asegura que quiere trabajar y formar una familia.

Al respecto, la subdirectora médica del Centro de Salud Zenón Santillán, Liliana Carlota Gordillo, explicó que antes de ingresar al hospital “la familia hizo una consulta en el CAPS de su domicilio, cuando el paciente estaba con dificultad respiratoria. Se comunicaron con Defensa Civil, ellos se pusieron en contacto con el Siprosa y este último que cuenta con un equipo que trabaja con pacientes con obesidad lo trajeron aquí”.

Pesaba más de 320 kilos

En ese momento Germán fue ingresado a la terapia intensiva, donde recibió tratamiento. Estuvo con asistencia respiratoria mecánica y antibióticos. “Llegué mal; estaba pesando más de 320 kilos y me costaba mucho respirar, caminar y el último mes estaba en cama. Recuerdo el día que llegué y después no me acuerdo nada. Ahora me siento mucho mejor, tuve un descenso de peso importante. La atención de los médicos fue excelente; de los enfermeros y kinesiólogos también. Estoy muy agradecido con el hospital”, sostuvo Germán.

Tuvo una evolución inicial regular, pero bastante lenta. Con esquemas antibióticos bastantes amplios, se logró que en este tiempo mejore. A destacar no solo el personal médico, sino también el trabajo de enfermería y kinesiología que ayudaron a que este cuadro no progrese aún más”, contó la médica de Terapia Intensiva del Centro de Salud, Virginia Manzano.

Personal multidisciplinario

El equipo que trató al paciente fue desde su comienzo multidisciplinario, con profesionales de terapia intensiva, de neumonología, endocrinología, nutrición, enfermería, kinesiología, salud mental, psicología y psiquiatría.

Los profesionales explicaron que ahora hay que mejorar su parte motora. “Es un paciente que por la debilidad muscular misma de la internación prologada en terapia, debe continuar trabajando en esto. También queda la parte nutricional y de salud mental para avanzar. Inicialmente pesaba 320 kilos aproximadamente y debe haber bajado entre 50 y 60 kilos”, detalló la médica.

Si el paciente continúa con buena evolución clínica, estará internado unos tres a cuatro meses más. Luego se prevé que siga con tratamiento ambulatorio a través del Centro Provincial de Trastornos Alimentarios (Cepta) del Siprosa, donde podrá asistir de forma ambulatoria y recibir consultas interdisciplinarias.

Luego de recibir el tratamiento en el sistema público, Germán adelantó que, “como Dios le dio otra oportunidad, no la voy a desaprovechar: quiero poder trabajar y formar una familia”.

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