Mariana Zuvic solicitó nuevos allanamientos y la indagatoria de Osvaldo Sanfelice, entre otras medidas. También reclamó que se investigue el crecimiento patrimonial de estos “testaferros que hasta hace unos meses no tenían nada y ahora aparecen comprando casas, galpones y autos de alta gama”.
En un nuevo intento de encontrar “plata enterrrada”, la dirigente de CC-ARI Mariana Zuvic, le entregó este lunes al juez federal Claudio Bonadio el “derrotero actual” de la planta escondida por Lázaro Báez y solicitó la detención de más de diez testaferros del empresario K y la indagatoria del socio de los Kirchner, Osvaldo Sanfelice, entre otras medidas de prueba.
Testimonios de testigos
En un nuevo escrito presentado ante Bonadio y los fiscales Carlos Stornelli y Carlos Rívolo, Zuvic solicitó además una serie de allanamientos a propiedades de Báez y sus testaferros en base a testimonios de testigos protegidos que contaron “cómo se está moviendo esa plata negra y cómo se están robando entre ellos”. También reclamó que se investigue el crecimiento patrimonial de estos “testaferros que hasta hace unos meses no tenían nada y ahora aparecen comprando casas, galpones y autos de alta gama”.
Bonadio decidirá en las próximas horas si suma la denuncia a la causa de los cuadernos en la medida que varios de los detenidos están nombrados en la denuncia de Zuvic o la manda a sorteo para que la investigue otro juez.
Mayo de 2013
Zuvic recordó que en mayo del 2013 denunció, junto a la diputada de Cambiemos, Elisa Carrió, que Báez estaba desmantelando una bóveda informal que existía en el sótano dela casa de huéspedes de su chacra inteligente de Río Gallegos lo que causó un revuelo político. Esa casa la usaba el ex presidente Néstor Kirchner.
Precisó que la plata “se llevó en siete valijas” que transportó una segunda camioneta que iba detrás de la que manejaba Sergio Triviño -quien sacó las fotos con su celular de la bóveda- y afirmó que en ese “primer derrotero de parte de la plata” se la guardó en las estancias Alquinta y La Julia. En ese momento, Carrió y Zuvic hicieron la denuncia ante el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuán.
De ese primer movimiento, “además de Báez y Triviño participó un empleado de apellido Sastre, los hermanos Cerezo, el “zurdo” Gómez, un operario de máquinas excavadoras y otros cuyos nombre, por ahora, mantengo en reserva”. “Siempre con apoyo de sus custodios que eran efectivos en actividad de la Policía de Santa Cruz”, agregó.
Denuncia archivada
La denuncia de Carrió del 2013 sobre la bóveda fue archivada en base a una polémica pericia de la Gendarmería Nacional que sostuvo no había elementos para certificar su existencia de la bóveda -en realidad, era cofres metálicos-, antes de la vinoteca que había construido Báez.
Zuvic, que ya presentó seis escritos sobre este caso con el apoyo de los diputados Paula Olivetto y Juan López, sostuvo que tras la detención de Báez, en abril de 2016 por orden de Casanello y tras la difusión del video del hijo de Báez, Martín, contando plata en la financiera “La Rosadita”, hubo “otro movimiento de la plata negra”.
“Uno de los custodios fue a la estancia Alquinta y se llevó dinero, mientras que cuando llegó otro se dio cuenta que su compañero lo había mexicaneado”, añadió Zuvic.
fuente: clarín