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La huelga de 24 horas comenzará al mediodía de este viernes. También afectará a las low cost y a las compañías extranjeras. El Gobierno buscará disuadir a los huelguistas con la reglamentación de la esencialidad en el sector. Los alcances de la protesta.

El conflicto en Aerolíneas Argentinas se sigue profundizando y entró en una etapa de final imprevisible. Al mediodía de este viernes comenzará un nuevo paro salvaje de 24 horas, que ya provocó 319 cancelaciones y que afectará a más de 37 mil pasajeros. La protesta fue calificada por la empresa como “intempestiva, abusiva y fuera de contexto, promocionada por dirigentes gremiales de forma irresponsable”.

Los gremios de pilotos y de aeronavegantes analizan nuevas medidas de fuerza ante la falta de respuesta a sus reclamos salariales y los despidos de 3 comandantes que se negaron a operar un avión que debía devolverse con el argumento de que no querían avalar “el achique” de la aerolínea de bandera.

Aerolíneas Argentinas estimó que el costo económico de este paro “superará los 2 millones y medio de dólares, producto de la pérdida de ventas y por las multas, compensaciones, hotelería, traslados, comidas y otros gastos derivados del daño directo a pasajeros”. Informó, además, que del total de pasajeros afectados, unas 28 mil personas tenían planeados viajes dentro del país, otras 5.500 a destinos regionales, y las restantes 3.500, al Caribe, Estados Unidos y Europa.

“La compañía realizó su máximo esfuerzo por modificar su programación de la manera más eficiente posible, dentro de las restricciones impuestas por los propios gremios, para atenuar el perjuicio que este paro provocará a nuestros pasajeros -sostiene un comunicado de Aerolíneas-. En este sentido, se reprogramaron vuelos, adelantando y demorando salidas por fuera de la franja de la medida, y se crearon vuelos especiales para redistribuir tráfico afectado”.

Este escenario explosivo se desarrolla mientras fracasó un intento de mediación de la CGT para tratar de lograr un acercamiento del Gobierno con la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA). La gestión reservada se instrumentó entre este martes y miércoles desde el sector dialoguista de la CGT con sus mejores contactos oficiales, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor Santiago Caputo, pero la respuesta libertaria fue negativa: “No se puede negociar si hay un nuevo paro declarado”, dijeron a los mediadores cegetistas.

El paro de 24 horas que comenzará este viernes a las 12 será cumplido por los trabajadores afiliados a APLA y AAA, pero otros dos sindicatos del sector, la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA), anunciaron que harán asambleas que, en la práctica, afectarán la actividad en Intercargo y en las aerolíneas extranjeras.

La medida de fuerza también afectará a Flybondi y Jetsmart. En el primer caso, la empresa anunció que, “en el marco de la conflictividad gremial y ante la falta de confirmación de la normal prestación del servicio de rampa en Aeroparque, trasladará su operación a partir de las 12 horas del mediodía del viernes 13 y hasta el mediodía del sábado 14 al Aeropuerto Internacional de Ezeiza”.

 

 

fuente: infobae

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