Pablo Batalla* para Diario Cuarto Poder / Excesos que deben terminar. Piqueteros del Movimiento Independiente de Justicia y Dignidad (MIJD) se mostraron muy lejos de ser justos y dignos al atacar a automovilistas y tenerlos de rehenes más de 50 minutos.
¿Justicia y dignidad?
La mala costumbre de “cagarse” en los derechos de otros para conseguir dádivas, se ha multiplicado hasta niveles insostenibles. Hace unos momentos, lo demostraron los “piqueteros” del Movimiento Independiente de Justicia y Dignidad (MIJD).
Sí, justamente el espacio creado en 1993 por Raúl Castells. Cortaron la esquina de 24 de Setiembre y 9 de Julio y lo hicieron de la peor manera. Agresiones, insultos, escupitajos, amenazas y golpes a los vehículos que quedaron atrapados.
Sin embargo, para ser justos, no fueron todos los poco más de 200 piqueteros que estaban en el lugar, sino algunos que fueron debidamente captados por las cámaras de Diario Cuarto Poder y que la Policía podría identificar.
Agresividad exacerbada
Se destacaron en lo agresivo de sus actitudes una decena de sujetos, de los cuales dos, de quienes se dijo que se apodaban “Locro del Bajo” y “Embapé” parecían ser los líderes y quienes más se ensañaban con los automovilistas.
Ni siquiera el pedido de una mujer que se encontraba recién operada, fue escuchado. Cuando el marido de esta mujer, que se tenía que sacar los puntos de la cirugía, quiso intervenir, una mujer le gritó a centímetros de la cara desanimándolo.
En tanto que los bocinazos molestaron a dos de los sujetos que comenzaron a golpear los vehículos, insultar a los conductores y escupirlos. Lo peor era que los autos no podían retroceder -eran dos cuadras- y tuvieron que permanecer atrapados en los rodados.
La “flaca escopeta” los comandaba
Una mujer que ante nuestra requisitoria no quiso identificarse, los dirigía y respondía con la misma agresividad. Sus propios pares dijeron que le decían “flaca escopeta”. Finalmente, sin que se hicieran presentes efectivos del 911 que fueron llamados, se desconcentraron.
Este tipo de situaciones son las que deben terminar en una sociedad en la que se ha perdido el respeto y se apuesta al facilismo de los planes sociales y de los subsidios. Esta vez no murió nadie, sólo hubo daños materiales e impotencia.
La policía ni siquiera se animó a aparecer, menos pueden esperar los ciudadanos de la intervención de oficio de la Justicia. ¿Dónde están los derechos humanos de la gente atrapada? Así estamos.
*Columnista y analista político.