Aunque la pandemia aumentó la precariedad social en toda América Latina, el país partió de una base más endeble que varios de sus vecinos como producto de la crisis de los últimos años y, en particular, de la alta inflación.
Con la tasa oficial de pobreza del segundo trimestre ubicada en el 40,9% del país, la Argentina se volvió a ubicar en uno de los peores lugares de la región en términos de indicadores socioeconómicos.
Números de 2017
Luego de 2017, cuando la tasa tocó un piso del 25,7%, en 2019 cerró en 35,5% y ahora escaló otros cinco puntos porcentuales, un nivel superior al 2004, tras el 57% posterior al estallido de la crisis del 2002.
Y si bien todos los países de la región sufrieron este año un enorme incremento en sus niveles de pobreza -la CEPAL estimó que la cantidad de personas en esta condición pasará de 185 millones a 230 millones en un año- hay pocos países que muestren la tendencia ascendente de la Argentina.
En particular, la pandemia mostró resultados disímiles de acuerdo con la magnitud y la efectividad de los paquetes de transferencias fiscales aplicados en cada nación latinoamericana.
Números de la región
En principio, la foto de la pobreza de fines de 2019 era del 35,5% en la Argentina; del 25,6% en Brasil; del 9,8% en Chile; del 2,6% en Uruguay; del 23,5% en Paraguay; y del 20,2% en Perú. En Venezuela, a falta de estadísticas oficiales confiables, un grupo de universidades estimó que llegó al 96% de la población. Mientras tanto, en Estados Unidos fue del 10,5 por ciento el año pasado.
De hecho, en 2013, el organismo dejó de publicar el dato y en 2015 el entonces ministro de Economía Axel Kicillof dijo que no conocía “el número de pobres, me parece que es una medida bastante estigmatizante”.
El último dato publicado por el Indec indicó, en diciembre de 2013, un nivel de pobreza de 4,7% de la población.
fuente: infobae