La medida que asumirá hoy el board del Fondo implicaría un ahorro anual cercano a los 400 millones de dólares, y sus efectos financieros también beneficiarán a Ucrania, Egipto, Jordania y Kenia, entre otros aliados globales de la Casa Blanca y el G7.
Tras una pelea desigual que protagonizaron el Papa Francisco, el premio Nobel Joseph Stiglitz, el profesor Thomas Piketty, el exministro Martín Guzmán y la economista Mariana Mazzucato, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) hoy recortará los sobrecargos, un interés excesivo que el organismo multilateral cobra a los países deudores que tomaron créditos por encima de sus posibilidades financieras.
La decisión política del Fondo, empujada por Estados Unidos, tiene como principal objetivo aliviar la situación económica de Ucrania, que enfrenta a Rusia desde febrero de 2022. Vladimir Putin quiere anexar a Ucrania y ejecutó una invasión ilegal que es rechazada por la Casa Blanca y sus socios del G7.
Estados Unidos apoya el esfuerzo bélico de Ucrania -armamento, inteligencia y logística-, y ahora decidió aliviar su situación financiera global. En este contexto, el board del FMI aprobará la poda de los sobrecargos para respaldar a Ucrania, y detrás de ella se alinearán Argentina, Costa Rica, Ecuador, Egipto, Pakistan, Jordania y Kenia.
Los sobrecargos son intereses adicionales que el FMI impone a sus estados miembros muy endeudados, en relación con el tamaño y el tiempo de reembolso de sus préstamos. Al principio, pagar los sobrecargos implicaba a acceder a créditos más baratos respecto a los intereses que se pagaban en mercado. Fue un recurso diseñado para facilitar la recuperación económica de los países con medianos y bajos ingresos.
Pero esta ecuación crédito multilateral versus crédito de los mercados implosionó cuando se comprobó que el FMI prestaba carísimo y condicionaba las políticas económicas de los países con los programas que imponía a cambio de los desembolsos.
Antes de la decisión que asumirá hoy el directorio, los créditos que superan el 187,5 % de la cuota tienen un sobrecargo del 2 por ciento sobre el saldo de la deuda impaga. Y el FMI agrega un 1% adicional a la deuda pendiente después de tres años. Se estima que el FMI cobrará a sus socios cerca de 10.000 millones de dólares por sobrecargos en los próximos cinco años, si hoy no hay un cambio en la ecuación que utliza el board para estos intereses extraordinarios.
Ucrania está previsto que pague 2.900 millones de dólares entre 2024 y 2033. Y en el caso de la Argentina, solo en los últimos tres años el país pagó USD 3.700 millones de dólares en sobrecargos. Una suma colosal por el nivel de reservas del Banco Central y la constante crisis económica.
“Las investigaciones muestran que los recargos del FMI son procíclicos y regresivos, ya que exigen tasas de interés y comisiones más altas a los países durante las crisis financieras, cuando deberían estar invirtiendo en su propia recuperación. Durante años, investigadores y defensores de los derechos humanos han documentado cómo la actual política de recargos impide que los países de ingresos bajos y medios recuperen la estabilidad financiera, incluso mediante la acumulación de mayores préstamos y la imposibilidad de acceder a los mercados internacionales. Los recargos aumentan la tasa de interés anual potencial total impuesta por el FMI a casi el 8%”, sostiene una carta enviada por la Iniciativa para el Diálogo sobre Políticas, de la Universidad de Columbia, a los miembros del directorio del FMI.
La carta está firmada por Guzmán, Martín Lousteau y Jorge Remes Lenicov, tres exministros de Economía de la Argentina, junto a Stiglitz, Piketty, Mazzucato, Gustavo Béliz, Kevin Gallagher y Jayati Ghosh, dos reconocidos académicos a nivel mundial.
fuente: infobae