Cuatro turistas con cámaras apostados en la tranquera de ingreso al chalet de Cristina Kirchner intentaban este viernes captar una imagen del jardín de la vicepresidenta. Ningún miembro de la custodia oficial se acercó a sacar a los curiosos que no sabían que la dueña de casa hace varios días se encuentra en Río Gallegos. Entre estas dos ciudades, algunas reuniones exprés como la del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich y la visita de sus nietos, transcurren los días de descanso de la vicepresidenta.
Casa de reuniones
Antes de Navidad, Cristina Kirchner se instaló aquí, mantiene un bajo perfil y escasas reuniones. Entre lo más destacado se encuentra la visita de tres horas que le realizó el gobernador chaqueño a su residencia el 23 de diciembre pasado. Capitanich aterrizó en el aeropuerto internacional “Armando Tola” a bordo del avión oficial de la gobernación, matrícula LVCIO cerca de las 20 y partió de regreso esa misma noche. El viaje no fue informado oficialmente en la agenda que el gobernador da a conocer a los medios de la provincia, pese a que esa misma mañana había participado del brindis tradicional por Navidad.
Fuentes oficiales de la gobernación chaqueña confirmaron la visita y explicaron que durante la reunión con la vicepresidenta se trataron temas vinculados “a la agenda legislativa de impacto en las finanzas provinciales”. Capitanich se suma así al selecto firmamento K que es recibido por Cristina Kirchner en su casa: tras la derrota en las PASO, el gobernador bonaerense Axel Kicillof también llegó aquí por solo tres horas, pero lo hizo en vuelo de línea.
Kicillof y Capitanich hoy también son los gobernadores más cercanos al cristinismo, ambos protagonizaron los cuestionamientos más duros al ministro de Economía, Martin Guzmán, cuando días pasados junto al presidente Alberto Fernández, los gobernadores fueron convocados para explicarles los detalles de la negociación con el Fondo Monetario Internacional.
Alicia Kirchner
Hasta último momento, en la Rosada se vivió con inquietud la falta de confirmación de la gobernadora Alicia Kirchner a la reunión, quien envió al vicegobernador, Eugenio Quiroga. Sobre el inicio, la cuñada de Cristina se hizo presente vía zoom. En esa reunión, con vehemencia Capitanich le preguntó a Guzmán cómo pensaba resolver los pasivos remunerados del Banco Central para evitar que la inflación se dispare aún más y puso sobre la mesa las inquietudes sobre tarifas y salarios en el marco de la negociación.
Luego de la Navidad pasada en Calafate con su familia, la vicepresidenta interrumpió brevemente el descanso para viajar a Buenos Aires y presidir la última sesión del Senado, donde el kirchnerismo sancionó la actualización de Bienes Personales con la ausencia de la oposición. Tras la sesión regresó al Sur e intercaló su estancia entre El Calafate y Río Gallegos.
Redes sociales
Cuando está en la primera, su distancia con el gobierno de Alberto Fernández pareciera simbólicamente aumentarse. Esa situación en la Casa Rosada se vive con distensión, según detallan quienes recorren los pasillos a diario. El 7 de enero fue su última expresión en redes sociales donde desmintió una tapa de la Revista Noticias y nada dijo en público sobre las vacaciones en México de Luana Volnovich, titular del PAMI y una de las referentes de La Cámpora.
Aquí, la familia Kirchner tiene operativos y recibiendo turistas en dos de sus tres hoteles, que también se ven beneficiados por el fuerte auge del turismo nacional. El hotel boutique “Los Sauces”, aún permanece cerrado, situación en la que se encuentra desde 2016. Según los últimos datos oficiales informados a La Nación la ocupación hotelera roza el 90%, solo entre el 15 y 20% de los turistas son extranjeros. Los números ilusionan a la alicaída economía local cuya vida gira en torno al turismo.
La explosión del turismo nacional que se palpita por estas horas, entrega -por devoción militante o simplemente por curiosidad- postales de turistas que se apostan en la tranquera de su casa en un intento por verla. La imagen suele repetirse estos días, pero a diferencia de otras ocasiones, no se la vio recorriendo locales comerciales, o haciendo compras de ocasión sobre la avenida principal.
Solicitaron que no aparezca
En contraste con los turistas que intentan llevarse de recuerdo una foto de la casa de Cristina en El Calafate, la vivienda de la calle Mascarello 441 en Río Gallegos, -en la que reside desde 2010-, quedó fuera de los radares de los internautas. Quien busque el domicilio de la presidenta en la capital provincia a través de Google Street View, ahora la verá difuminada, solo se identifica el portón corredizo del ingreso lateral.
Solicitar el difuminado de una propiedad, es algo a lo que puede acceder cualquier ciudadano que no quiera aparecer en la información que registra la aplicación. Consultados sobre la vivienda de la vicepresidenta, desde Google Argentina afirmaron que cualquier ciudadano puede pedir que se difumine su casa, o alguna parte que no quiera ser identificada, pero sobre el tema puntual de la casa de Cristina Kirchner explicaron que no llevan el registro de quien lo pidió, ni en qué momento se hizo. Y aclararon que Google Maps no decide sacar la información, solo se realiza cuando alguien lo solicita o lo denuncia.
En medio de un juicio
La casa de Río Gallegos, era parte de la Causa Los Sauces, donde Cristina Kirchner y sus hijos fueron sobreseídos en diciembre sin juicio oral. Estaban procesados por haber supuestamente diseñado, ejecutado y dirigido entre enero de 2009 y marzo de 2016, un “esquema de reciclaje de fondos de origen ilícito” a través de la firma Los Sauces SA. Esa sociedad, según la acusación, también adquirió propiedades que se usaron para legitimar el ingreso de dinero de procedencia ilegítima que venía de empresas del grupo Báez y del grupo Indalo. La causa ahora será revisada por Casación.
fuente: lanacion