Premonición | El fin de ciclo del “alperovichismo” en la provincia fue anticipado por Diario Cuarto Poder en una original tapa que data de mediados del año pasado bajo el título “Jubilator”. En aquel momento se había confirmado la fórmula Manzur-Jaldo en el Justicialismo. Todavía el senador no había dado el portazo en el PJ.
Al estilo Nostradamus
No sólo Nostradamus es el dueño absoluto de las predicciones. En nuestro humilde trabajo periodístico, nos tocó anticipar el final de la carrera política del ex gobernador y actual senador, José Jorge Alperovich.
Ya a mediados del año pasado, la firme decisión de ratificar la fórmula integrada por Juan Manzur y Osvaldo Jaldo para las elecciones provinciales que se llevaron a cabo el domingo, generaban molestia en el ex mandatario.
Ese malestar y su posible alejamiento de las filas justicialistas, hizo que Diario Cuarto Poder planteara una tapa premonitoria cuyo título fue “Jubilator”, que salió en una de las ediciones del mes de julio de 2018.
El Día de la Lealtad
Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue el gran acto nacional por el Día de la Lealtad, en el que el propio Juan Manzur, aclaró que no tenía ningún interés en integrar la fórmula nacional.
En esa oportunidad, el gobernador apostaba a la unidad del peronismo, y al hacerlo ratificaba su intención de pelear la reelección en la provincia junto a Osvaldo Jaldo.
El Hipódromo de Tucumán estaba colmado de militantes y, ni bien le llegó la información a Alperovich, ni siquiera meditó demasiado su alejamiento. La decisión estaba tomada.
La presidencia del PJ
Sin embargo, esperó a que el propio vicegobernador avanzara sobre la presidencia del PJ, que estaba en manos de la esposa de Alperovich, Beatriz Rojkés. Manzur estaba ausente en un viaje fuera del país.
La oficialización de que competiría por la Gobernación por fuera del Justicialismo estaba al caer. Es por ello que el anuncio de que actuaría de ese modo, generó una serie de especulaciones, como la que Mario Koltan sería quien le prestaría su partido.
Finalmente eso no sucedió, porque el ex interventor del Instituto de Previsión y Seguridad Social, lo desmintió, desmarcándose rápidamente y se sumó a las filas del manzurismo.
Otros sostenían que sólo lo hacía esperando el llamado de Manzur, pero esa conversación telefónica nunca se concretó.
Finalmente, ante tanto amague, confirmó que su espacio se llamaría “Hacemos Tucumán” y comenzaron las especulaciones en cuanto a los dirigentes que lo acompañarían.
Vieja y nueva política
Alperovich dijo que estaba cansado de lo que llamó “la vieja política” y aseguró que aportaría una renovación con gente nueva que no provenga del ámbito político. Es por ello que surgieron versiones en torno a nuevos candidatos originados en los ámbitos empresarial y deportivo.
Un Pulguita en la oreja
Uno de los referentes a los que había apuntado el senador era uno de los ídolos deportivos del club de sus amores, Luis Miguel “Pulguita” Rodríguez, quien finalmente fue afiliado al PJ por su archirrival Jaldo.
Luego de las fotos de rigor en la sede del Justicialismo tucumano, con repercusiones a nivel nacional, se dio la abrupta salida del crack con destino a Colón de Santa Fe. El mítico “Cementerio de los Elefantes” fue escenario de nuevos goles del jugador tucumano, que siguió en contacto con Jaldo y propició la candidatura a concejal de su hermana.
Todo en familia
Después de prometer tanto la renovación, Alperovich anunció como compañera de fórmula a su prima y también senadora, Beatriz Mirkin. Mientras que su hija Sara Alperovich encabezó la lista a legisladores por el Oeste y su sobrina Lucía Temkin, por la Capital. Ambas resultaron electas.
El senador nunca fue un improvisado en materia de encuestas y, es por ello que se mantuvo durante toda la campaña informado con sondeos que, en la mayoría de las ocasiones, le asignaban posibilidades.
Pero la cruda realidad se vio en el búnker ubicado en una de sus casas, en donde la inmensa carpa blanca que se instaló estaba vacía de militantes, para reflejar el lapidario cuarto lugar. La pregunta es: ¿acompañará o se retirará?
La inseguridad, un brioso caballo para montar
Como si se tratara de un extraterrestre que acababa de aterrizar en la provincia en un plato volador, José Alperovich se mostró como una personalidad ajena a lo que ocurrió en sus doce años de gobierno en Tucumán.
Al punto que tomó como uno de sus “caballitos de batalla” a la inseguridad, un problema que nunca pudo solucionar en sus tres mandatos como gobernador.
Dijo entender a los ciudadanos hasta el cansancio y hasta prometió, ya en el final de su campaña, “poner mano dura contra los delincuentes y terminar con la puerta giratoria de la Justicia”.
La memoria popular y las redes sociales
Todo eso le jugó en contra porque la memoria popular y las redes sociales le recordaron los aciagos días del paro policial, en el que el propio mandatario se aseguró guardar los autos de sus concesionarios y preservar la seguridad propia y de su familia.
El resto de los tucumanos hacían barricadas y cuidaban de sus bienes a punta de pistola o con palos. La inseguridad sigue siendo una preocupación de los tucumanos, pero ya no la será de Alperovich, que no podría regresar a la Gobernación.