Rubén Eduardo Zamora, socio de la constructora Dicosa Diseño y Construcciones SRL, fue imputado por haber estafado a seis personas que soñaban con acceder a una vivienda propia.
La Justicia dispuso que cumpla dos meses de prisión preventiva mientras avanza la investigación en su contra. En paralelo, su esposa y socia, Margarita Dolores Belmonte, permanece prófuga con pedido de captura internacional.
Zamora fue acusado formalmente en una audiencia celebrada este lunes por la Unidad Fiscal de Usurpaciones, Estafas y Cibercriminalidad I, a cargo de María del Carmen Reuter.
La auxiliar fiscal María Paula Bellomío detalló cómo el imputado y su pareja simularon tener solvencia económica y operaron a través de redes sociales para captar clientes con la promesa de construir viviendas en terrenos ubicados en Yerba Buena y Tafí Viejo.
Según la acusación, las víctimas entregaron no solo dinero, sino también terrenos y vehículos como parte de pago, confiando en la firma tras ver sus publicidades que rezaban: “Confíanos tu proyecto. Nosotros lo hacemos realidad”.
Sin embargo, las obras nunca fueron concluidas. Zamora, lejos de dar respuestas, entregó cheques sin fondos y desapareció del país a fines de diciembre de 2022, huyendo hacia Brasil por el Paso de los Libres.
La investigación del Ministerio Público Fiscal determinó que Dicosa emitió más de 200 cheques rechazados por una suma total superior a los $ 42 millones. Además, se sospecha que el empresario desvió bienes de los damnificados hacia terceras personas mientras seguía recibiendo dinero, a pesar de saber que no cumpliría con los contratos.
En su exposición, Bellomío también reveló una dramática derivación del caso: el suicidio de Gerardo Soria, un empleado de la firma que era la cara visible del emprendimiento.
Soria se quitó la vida el 23 de diciembre de 2022, tres días antes de que Zamora abandonara el país. Según su esposa, estaba agobiado por las deudas, las presiones y el temor a represalias de los damnificados.
La causa ya supera las 20.000 fojas y, según la fiscalía, podría ampliarse a más de 20 denuncias, por lo que solicitaron que el expediente sea declarado complejo.
Bellomío acusó a Zamora como coautor del delito de estafas reiteradas en seis oportunidades, aunque advirtió que los cargos podrían agravarse con el avance de las pesquisas.
La jueza Isolina Apas Pérez de Nucci hizo lugar al pedido del MPF y ordenó la prisión preventiva del empresario por 60 días. Por su parte, el defensor de Zamora, Javier Lobo Aragón, no se opuso a la medida y anunció que su defendido no prestará declaración por el momento.
Mientras tanto, la justicia mantiene activa la alerta roja de Interpol para dar con el paradero de Belmonte, quien también está señalada como coautora de las maniobras fraudulentas.
El caso se convirtió en un emblema de las estafas inmobiliarias que afectan a cientos de tucumanos que, con la ilusión de una casa propia, terminan perdiéndolo todo.