Los acusados se negaron a declarar en la audiencia realizada anoche. El fiscal del caso había solicitado medidas privativas por el plazo de 6 meses, pero la jueza sólo autorizó la detención por 90 días. El secuestrado dijo que los policías lo metieron en un auto, lo esposaron y lo golpearon para que pidiera un rescate por su vida.
Se llevó a cabo la audiencia multipropósito contra los cuatro sujetos que intentaron secuestrar en la madrugada del domingo a un taxista, cuando se movilizaba a bordo de un Renault modelo Logan por calle Necochea al 800, circunstancia en la que fue interceptado por los individuos, quienes lo hacían en una camioneta Ford Ecosport y un automóvil Chevrolet Onix, respectivamente.
Durante la audiencia, el fiscal Ernesto Salas López relató los hechos en los cuales están involucrados tres efectivos, el policía federal Gonzalo Gabriel Lagoria, de 32 años, y los policías provinciales Luciano Ramón Campos, y Jonathan Gabriel Díaz, ambos de 27 años. En tanto, el cuarto sujeto que participó del hecho delictivo fue Ángel Luis Medina, de 33 años de edad, quien se desempeña como comerciante gastronómico.
Malos policías
La calificación legal provisoria, en calidad de coautores, es por el delito de secuestro extorsivo agravado por la participación de tres o más personas y por ser los agentes miembros de la fuerza de seguridad (artículo 170, inciso 5 y 6; artículo 158 y 161 del Código Procesal Penal de Tucumán). El Fiscal pidió las medidas privativas de libertad de mayor intensidad, por el plazo de 6 meses, debido a la profesión que estos ocupan, sobre todo los policías, y los riesgos procesales. La jueza dio lugar al pedido, parcialmente, otorgándola por el término de 3 meses.
Grupo organizado y violento
“Se trata de un grupo organizado y violento que abandonaron sus funciones (debían estar prestando servicios este día y otro permanecer aislado por Covid-19 y por el cual estaba de licencia). La figura penal es por el agravante cuyo máximo de pena es 25 años. Han mostrado una contradicción con el servicio por el cual la sociedad les paga”, afirmó el Fiscal durante su exposición. “Lo hicieron para obtener un rescate, para conseguir un desplazamiento patrimonial a partir de esta privación ilegal de la libertad. Conseguir a través de la víctima, una disposición de dinero de otra persona (no identificada)”, agregó.
Pidieron prisión domiciliaria
Seguidamente, los imputados se negaron a declarar, solo lo hicieron para respaldar el pedido de sus respectivas defensas cuando pidieron que se disponga, para ellos, la prisión domiciliaria fundado en el contacto estrecho por Covid-19. Entre los antecedentes, el policía federal tenía otras causas por violencia de género y por el cual se le había retirado el arma reglamentaria y prestaba servicios en la alcaldía del fuero federal.
Finalmente, la jueza Carmen Rosa López en su resolución declaró la incompetencia de los tribunales ordinarios para entender en la causa y girar el legajo, con sus respectivas actuaciones, al fuero federal donde también se ahondará la investigación sobre el posible tráfico de estupefacientes.
En tanto los individuos permanecerán con prisión preventiva en su actual lugar de detención, hasta tanto se establezcan las condiciones sanitarias por Covid-19.
El secuestro del taxista
Ayer, 20 de junio, a las 02:47 horas, ingresó un llamado al 911 informando que una persona observó cómo a un taxi (con una señora y un bebé de 9 meses a bordo) se le cruzó una camioneta Ford Ecosport, con vidrios polarizados, interceptado por 4 hombres armados quienes lo subieron al taxista a la camioneta, seguidos por un automóvil Chevrolet Onix. Alertados que la víctima no contaba con su celular retornaron al lugar donde fue sorprendido y recuperaron el teléfono móvil de la víctima.
Parecía una película mafiosa
Luego, siguieron rumbo por Necochea hacia Santa Fe. Atento a ello, se advirtió a los móviles en circulación. Los dos rodados fueron visualizados en calle Santa Fe al 700, casi Maipú. La detección la concretaron bicipolicías, personal de motorista y de parada, quienes hicieron descender a los sujetos que estaban en el interior de los rodados. En la camioneta se encontraba el taxista con las esposas colocadas. En tanto, su concubina radicó la correspondiente denuncia en la Comisaría Séptima.
Golpes y pedido de rescate
Según, lo relatado por la víctima, por calle Belgrano ya había divisado a estos sujetos, quienes giraron en U, para luego interceptarlo y subirlo a la camioneta, además de propinarle golpes y simular que hablaban por handy con personal de la Brigada. El taxista Lizárraga declaró que los secuestradores le habían dado un celular y le dijeron que llamara a Carlos Ovejero, un pariente suyo que está casado con la prima de su concubina, para que pagara el rescate.
Según explicó el fiscal Ernesto Salas, de la Unidad de Delitos Flagrantes II, basándose en la declaración de Lizárraga, Lagoria habría golpeado varias veces en el rostro al taxista amenazándolo con que iría varios años a prisión si Ovejero no les entregaba plata (no precisaron el monto) o bien dos kilos de droga.
En mano de la Justicia Federal
La Justicia Federal investigará a fondo esos detalles para comprobar o descartar si el narcotráfico tiene algo que ver con este secuestro.
Por otra parte, la esposa de Lizárraga explicó que el sábado estuvo casi todo el día en casa de Ovejero y de su prima haciendo los preparativos para una fiesta de cumpleaños. Fuentes policiales señalaron que eso podría ser una coartada y que quizá los tres efectivos habrían pensado que en esa vivienda se estaba acopiando mercadería y por ello habrían abandonado sus puestos para cometer el secuestro.
fuente: lagaceta