La líder de la agrupación piquetera Tupa Amaru deberá continuar en la cárcel debido a la larga lista de delitos que se le imputan.
Milagro Sala continuará con prisión preventiva luego de que la Sala Penal de feria del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy concediera una prórroga a esa medida, solicitada por el fiscal Diego Cussel, en el marco de la causa conocida con el nombre de “Pibes Villeros”, en la que está siendo investigada por el presunto desvío de fondos destinados a viviendas sociales.
La decisión fue firmada por los jueces José Manuel del Campo, María Silvia Bernal y Clara Aurora De Langhe de Falcone, en consonancia con el dictamen del fiscal General del Ministerio Público de la Acusación, Sergio Lello Sánchez, según informó el Poder Judicial jujeño en un comunicado.
La prisión preventiva no puede superar los dos años, pero la ley permite que el plazo sea prorrogado por un año “cuando la cantidad de los delitos atribuidos al procesado o la evidente complejidad de la causa hayan impedido el dictado” de una sentencia.
En ese sentido, los jueces expresaron, que atento a “la complejidad” de la investigación y a “la innumerable cantidad de recursos procesales” interpuestos por la defensa de Sala, el tiempo que lleva transcurrida la investigación penal preparatoria resultó “razonable y atendible”.
“No se debe perder de vista, además, que dicha etapa se encuentra cerrada y que la causa ya fue elevada a juicio“, agregaron los integrantes de la Sala Penal de feria del Superior Tribunal de Justicia de Jujuy.
Los magistrados recordaron que, recientemente, al confirmar la prisión preventiva de Sala, la Corte Suprema de Justicia de la Nación concluyó que la medida quedó justificada por la existencia de un “entramado organizacional” a disposición de la imputada, presuntamente utilizado para infundir temor por las consecuencias adversas de enfrentar sus intereses.
Por último, los jueces de la Sala Penal de feria pusieron el acento en las observaciones realizadas por el Ministerio Público de la Acusación respecto a “claras dilaciones procesales” atribuidas a la defensa de Sala, entre ellas, los incidentes de recusación y de apelaciones, y alrededor de una veintena de planteos de nulidad.