El documento de identidad argentino establece hoy dos opciones en la categoría “sexo”: la F y la M. Es binario, aun cuando muchas personas no se reconocen en ninguna de esas dos identidades: lesbianas que no se consideran mujeres, hombres y mujeres trans, travestis y personas de género no binario, son algunas de ellas. Ayer se presentó un proyecto de ley que busca incorporar “una tercera opción” en el DNI. Las críticas vinieron, precisamente, de parte de referentes de esas identidades.
El objetivo del proyecto de ley, dice en su primer artículo, es “representar el ejercicio del derecho a la autopercepción de género y reconocer aquellas identidades diferentes a varón/masculino o mujer/femenino de la concepción binaria de género, para toda persona que lo solicite”.
Identidad de Género
La propuesta es agregar un artículo a la Ley de Identidad de Género que diga que las personas pueden solicitar la opción “Femenino/Mujer”, “Masculino/Varón” u “Otra”. “Pusimos ‘otra’ y no ‘género indefinido’ porque nos parece un error, sí está definido pero por fuera del esquema binario que tiene hoy el DNI”, explicó a Infobae la diputada nacional de Juntos por el Cambio, Josefina Mendoza, autora del proyecto. “Sabemos que la palabra ‘otra’ se queda corta, por eso pusimos que, en el caso de optar por esta tercera opción, el RENAPER (Registro Nacional de las Persona) determinará la denominación final”.
Adhesiones
El proyecto tuvo las adhesiones de las diputada nacionales Adriana Cáceres, Camila Crescimbeni, Claudia Najul, Karina Banfi y el diputado nacional Maximiliano Ferraro. Y abarca la modificación de los datos del DNI, no de las partidas de nacimiento ni de los pasaportes.
Lara Bertolini es activista y teórica travesti. Es quien presentó un recurso extraordinario para que su DNI diga “femineidad travesti”, con el que planea llegar hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Desapodera la identidad
“Estamos hablando de una multiplicidad de identidades, decir ‘otra’ desapodera a las identidades en una masa universal que no dice nada y nos vuelve a invisibilizar. Además, siguen ejecutando el binarismo: ‘lo masculino’, ‘lo femenino’ y ‘lo otro’. Lo otro como lo raro. No me parece inclusivo sino todo lo contrario, me parece despectivo”.
Cosificación
Y agregó: “‘Otra’ no es una identidad, es una cosificación. Lo que se busca es una validación identitaria de los grupos que han sido vulnerados, no podemos generar una nueva invisibilización social’. Tampoco cree que el RENAPER deba ser el organismo encargado de establecer definiciones: “¿Cómo le vas a pedir a un órgano administrativo que decida sobre identidades? A esta altura del partido, ya no sirve hablar por nosotres, equivocarse y después pedir disculpas”.
Lo que cree es que hay opciones más avanzadas: que así como se pone la M y la F para quienes sí se identifican en el sistema binario, se pueda poner TR (de travesti), FTR (de feminidad travesti), L (de lesbiana), por ejemplo. “Eso generaría mucho más campo de entendimiento”.
Por la misma línea va SaSa Testa, que se identifica como persona trans no binarie y escribió tres libros, entre ellos, “Soy Sabrina, Soy Santiago. Género fluido y nuevas identidades”. “Creo que este proyecto de ley tiene cuestiones bastantes problemáticas. No me parece mal seguir sosteniendo el binarismo, porque hay personas que se identifican así. Lo problemático es la categoría ‘otro’. En esa noción de la otredad se sigue sosteniendo la hegemonía binaria, donde lo binario es lo central y ‘lo otro’ es lo periférico. Ninguna identidad debería ser más o menos que otra, el derecho a la identidad es un derecho humano”.
Definir identidad
También hace hincapié sobre las facultades que se le da al RENAPER para definir la identidad, “precisamente el organismo que hoy se niega a otorgar DNI sin género. Además, es contradictorio: plantea que la identidad de género es autopercibida y al mismo tiempo que el RENAPER va a determinar qué poner”.
Así como hay quienes quieren que en el DNI figure “no binarie”, SaSa cree que “es una vivencia personal. En mi caso, creo que eliminar la categoría ‘sexo’ es lo que nos igualaría a todas, todos y todes”. El lunes se supo que Holanda y el resto de las regiones que conforman los Países Bajos decidió eliminar la casilla del sexo del documento de identidad. La medida entrará en vigor en 2024 y, según explicaron desde el gobierno, el objetivo es que los ciudadanos puedan desarrollar “su propia identidad en libertad”. En este caso, los pasaportes tampoco serán modificados “para respetar la normativa de la Unión Europea”.
En el segundo párrafo de los fundamentos del proyecto de ley, además, habla del colectivo intersexual. “Para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que reconoce la auto-identificación de cada persona como principio rector, el “Sistema binario del género/sexo” es un “modelo social y cultural dominante en la cultura occidental que considera que el género y el sexo abarcan dos, y sólo dos, categorías rígidas, a saber, masculino/hombre y femenino/mujer. Tal sistema o modelo excluye a aquellos que no se enmarcan dentro de las dos categorías (como las personas trans o intersex)”.
La crítica, en este caso, es de Mauro Cabral Grinspan, reconocido activista intersexual y hombre trans. Es el Director Ejecutivo de GATE (Acción Global para la Igualdad Trans) y coordina el proyecto Justicia Intersex.