Actualidad / Comentario / Por Virginia Padilla*. Compartimos este artículo referido a la violencia y, en especial al abuso. Se abordan los tipos de abusos y sus consecuencias en las personas que los sufren de manera cotidiana.

Partir de la definición

Es importante definir la palabra abuso, derivación del verbo abusar. La Real Academia Española (RAE) nos dice: “Hacer uso excesivo, injusto o indebido de algo o de alguien. Abusaba de su autoridad. Atropellar, aprovecharse, excederse, explotar, extralimitarse.” Explotar en el sentido de sacar provecho de alguien o algo.

Definamos el concepto de violencia, de la RAE: “Cualidad de violento. Acción y efecto de violentar o violentarse. Acción violenta contra el natural modo de proceder”.

Clasificaciones

Se han estudiado ampliamente estas conductas abusadoras, que en definitiva son violentas, puesto que es el ejercicio de una acción u omisión que puede dañarnos y/o dañar a terceros. Se las ha clasificado en diferentes tipos, estando unidas todas por un patrón común, descripto en las respectivas definiciones. Nombraré algunas; en tiempo y forma puedo explayarme en otras entregas, sobre las características de cada una:

*Violencia Física.
*Violencia Económica.
*Violencia Patrimonial.
*Violencia Psicológica.
*violencia en diversas estrategias políticas.
*Violencia Sexual.
*Violencia de Género.
*Violencia Intrafamiliar.
*Violencia en la Pareja.
*Violencia en lo social y sus diferentes modalidades.
*Violencia Intra-institucional y sus diferentes modalidades (escuelas,
empresas, etcétera).
*Violencia discriminatoria (por raza, clase social, género, discapacidad,
Instrucción, culturas, etcétera).
*Violencia en las redes.
*Otras.

Las consecuencias

Cualquier tipo o modalidad de violencia ejercida, va a producir un gran deterioro en la salud mental de quien la padece, incluso puede generar un daño psíquico incapacitante, más la multiplicidad de daños, morales, en la conducta, en las diferentes áreas de su desenvolvimiento, que generalmente dan lugar a otros daños colaterales, en una cadena de sucesos iatrogénicos.

A estas alturas pensamos y nos preguntamos, ¿es posible que un ser humano o grupo de humanos puedan causar dolor y sufrimiento?

Lo cotidiano cercano o lejano en tiempo y espacio, nos demuestra que sí. Aún el rasgo depredador, sigue vigente. De aquí la necesidad de conocer este flagelo en todos sus grados, sus causas y procurar crear estrategias de prevención, en todos los posibles focos y en los ya contactados por la observación de los especialistas y lo vivido por quienes lo padecen. “Prevenir es curar”. No se debe actuar a ciegas, ni como respuestas individuales, ni colectivas; formarse para enseñar, educar, cuidar, dar valor… hay un ideal, propósito, pero el panorama de la violencia nos muestra una cruel realidad, en cualquiera de sus formas.

Diversas temáticas que asoman

Querido Lector, escribí este artículo con el fin de iniciarlos en temáticas diversas de psicología, hoy, con el fin de ayudarlos a ampliar sus conocimientos en general sobre el abuso y la violencia. Y muy en particular con lo tratado más arriba para descifrar las características relacionales alteradas, y de esta manera informando, con capacidad de prevención para comenzar o recomenzar un estilo de vida pleno de autoconfianza, superación, bienestar, equilibrio psico-emocional, salud integral.

He visto y comprobado en la práctica clínica que es posible mejorar y superarnos en calidad de vida. Confío y deseo que el artículo podrá serles útil, se pondrán en marcha mecanismos psíquicos saludables y de acción para esclarecer situaciones en lo personal, laboral, profesional.
Conocemos los efectos, buscamos las causas.
“El amor como principio, el orden como base, el progreso como fin”, Aguste Comte.

*Psicóloga. M.P.1089 / Colaboración para Diario Cuarto Poder

Fuentes:
Diccionario de la Real Academia Española (RAE)

Violencia


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Psicología y mente; https://psicologíaymente.com/reflexiones/frases-auguste comte

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