Roberto Bárzola trabajaba en la casa de la víctima como colocador de pisos al momento de la muerte. Dos pruebas genéticas lo complican.
Fuentes del caso confirmaron que Roberto Bárzola, que trabajaba como colocador de pisos en la casa de Nora Dalmasso en el country Villa Golf de Río Cuarto al momento de su asesinato, es el nuevo sospechoso señalado por la Justicia.
La figura del “parquetista” no es una sorpresa en el caso: desde su inicio, Bárzola declaró seis veces en la causa. Incluso, Marcelo Brito, el histórico abogado del viudo Marcelo Macarrón, que fue absuelto del crimen por la Justicia, ya lo señalaba como sospechoso desde 2007. De hecho, había pedido su indagatoria, una extracción de ADN y otras medidas de pruebas que la fiscalía no aceptó, en su momento.
El cotejo del rastro genético de Bárzola, sobre muestras obtenidas en el cinto de la bata y un vello público hallado en el cuerpo de la víctima, recién pudo hacerse en septiembre de 2023, cuando la causa pasó a las manos del fiscal Pablo Jávega. El resultado de ese análisis es el que dio un giro radical en el expediente, 18 años después de la muerte de Nora.
Por otro lado, fuentes del caso indicaron que Bárzola, que tenía 25 años al momento del crimen, también había sido señalado por la madre de Dalmasso en su testimonio.
Delia “Nené” Grassi había dicho en su declaración que la única persona con la que su hija había tenido problemas era, justamente, el “parquetista” quien realizaba un trabajo de pulido en la casa de la víctima.
La mujer murió en 2022, a los 90 años, sin conocer quién había matado a su hija.
El parquetista estuvo presente en el juicio contra el viudo, en abril de 2022, donde declaró como testigo. En el debate señaló que había estado tres días en la casa de Dalmasso y que solo la había visto una vez.
“Así como Jávega es el ejemplo de hacer las cosas bien, todo lo hecho antes, es el ejemplo de cómo hacer todas las cosas mal”, dijo a este medio el abogado Gustavo Liebau, quien se unió a Brito en la defensa de Macarrón y su hijo, Facundo, en los últimos años.
Libeau recordó que en el expediente hay un informe del prestigioso forense Osvaldo Raffo que iba en el mismo sentido. “Nunca nos admitieron nuestros pedidos porque estaban encarnizados con la familia”, se lamentó el abogado.
“Ahora tenemos un violador y asesino que zafó de una condena por la prescripción de la acción penal”, indicó el abogado que, al mismo tiempo, reconoció: “Va a ser muy difícil, pero vamos a luchar hasta llegar a los últimos tribunales de la nación. Y vamos a convocar a la sociedad, que nos ayuden, no solo por Norita, por todas las víctimas que se quedan sin Justicia por el transcurso del tiempo. Queremos que este sea un leading case”, agregó.
Bárzola ya fue imputado y citado a declarar por el asesinato de Dalmasso, pero seguirá en libertad debido a la prescripción del caso. Aunque, por lo pronto, no podrá ser juzgado, se le designó un defensor oficial.
Hoy por la mañana, el Ministerio Público Fiscal de Córdoba comunicó la existencia del nuevo sospechoso en la causa a cargo del fiscal Jávega, que investiga el crimen cometido el 25 de noviembre de 2006.
En un comunicado, el MPF afirmó que “una persona de sexo masculino figura como aportante compatible con las huellas genéticas recolectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma”.
El ADN recolectado en ambas pruebas apunta directamente a Bárzola, ahora de 44 años.
El resultado es producto de la labor conjunta e interdisciplinaria entre el Ministerio Público Fiscal y el Centro de Genética Forense del Poder Judicial de Córdoba –con la cooperación del National Center for Forensic Science, Universidad de Florida, EEUU, y la colaboración del Ministerio de Justicia del gobierno de la Provincia de Córdoba.