vacuna

Sus detractores afirman que avanza sobre libertades individuales. Quienes lo defienden, en cambio, argumentan razones económicas y epidemiológicas. Siguiendo una iniciativa que existe desde hace meses en varios países del mundo, el Gobierno implementará un pase sanitario y se prevé que solo quienes tengan el esquema completo de vacunación podrán ingresar a eventos masivos y espacios cerrados.

La propuesta encierra una preocupación oficial por el sector de la población que voluntariamente desiste de la vacunación, principalmente la franja económicamente activa que todavía no completó la pauta.

Para el gobierno sería un estímulo

“Creemos que es un estímulo para que quienes se habían relajado se acerquen a vacunarse”, dijo Carla Vizzotti, ministra de Salud, en una conferencia de prensa este viernes.

Las encargadas de implementar el pase sanitario serán las provincias, afirmó la funcionaria. Y aunque se conoció que regirá para los mayores de 13 años, pidió “paciencia” para conocer los detalles. El pase se tramitaría a través de la aplicación CuidAR o “un PDF” que habilitaría el Gobierno, indicó Vizzotti.

Qué es el pase sanitario

Como la vacunación contra el coronavirus no es obligatoria, muchos países implementaron este requisito con dos objetivos centrales: por un lado, minimizar los riesgos de contagio en lugares con mucha afluencia de gente, y por el otro, como apuntó la ministra de Salud, incentivar a la vacunación.

El pase sanitario es básicamente un certificado de vacunación que establecido como pasaporte ineludible para poder ingresar a lugares públicos como cines, museos, gimnasios y restaurantes.

Cómo funcionó el pase sanitario en otras partes del mundo: voces a favor y en contra

Francia, Italia, Reino Unido y Alemania fueron algunos de los países europeos que implementaron el pase sanitario. La medida tuvo resistencias que se plasmaron en ruidosas movilizaciones convocadas por sectores de derecha y grupos antivacunas que exhibieron consignas en favor de la “libertad”, y en contra de la “discriminación” ante la “imposición” de un pase que consideran “ilegal”.

Aunque en muchos casos las protestas fueron multitudinarias, representan a un sector minoritario de la sociedad si se toma en cuenta que el porcentaje de adultos vacunados con dos dosis oscila entre un 70% y un 80% en esos países.

En contrapartida, Orsolya Reich, representante de la ONG Civil Liberties Union for Europe, sostiene: “En sociedades democráticas puede ser necesario restringir la libertad de una persona para asegurarse de que se respeten los derechos de todos”.

 

 

fuente: agencia

Comments

Comentarios