Las fraccionadoras de gas, agrupadas en la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (Cegla) reclamaron ayer un aumento del 50% en el precio de las garrafas y denunciaron una situación de quebranto. Actualmente el producto se vende a 425 pesos, pero lo quieren llevarlo a 600 pesos como piso.
Pidieron al Gobierno declarar en forma urgente la emergencia del sector y adoptar “todas las decisiones necesarias que eviten que la situación se continúe agravando”.
“De seguir con este difícil presente se afectará a los actores de la industria, pero principalmente se perjudicará a los usuarios consumidores, en especial a aquellos más vulnerables que, por carencia de recursos o por cuestiones de infraestructura se ven impedidos de acceder a redes de gas natural o a otros recursos alternativos”, alertaron.
En medio de la pandemia
“En el contexto de segunda ola de COVID que atravesamos, y para seguir haciendo frente a la importante demanda de gas licuado que tiene nuestro país, requerimos de medidas que saquen a las fraccionadoras de la complicada crisis que sufren”, reclamó el presidente de la entidad, Pedro Cascales.
En la actualidad el precio de una garrafa de 10 kilos es de $425, y el sector reclama una suba de entre $200 y $250, según la zona del país.
Un 2020 muy duro
Dicen que el año pasado fue “muy duro por la pandemia del COVID-19 y por el atraso en la actualización de los precios de referencia que llevó a que la actividad de fraccionado de gas envasado esté en un contexto de déficit insostenible”.
Si bien se consiguió que los valores se incrementen, no fue “al nivel esperado para cubrir los costos y márgenes razonables históricos”, indicó la cámara.
El sector fraccionador de gas licuado da empleo directa e indirectamente a más de 9.000 personas y abastece a más de 5 millones de hogares. fuente:
fuente: eltribuno