Pasó tres semanas desaparecida, a pesar de los esfuerzos de la justicia para dar con ella, y cuando reapareció no lo hizo de la mejor manera. Sofía Di Cianni casi no podía mantenerse despierta cuando se presentó en Tribunales a las 7.30 del lunes, para tratar de justificar su ausencia en la última audiencia solicitada por el fiscal Carlos Sale, a la que debía concurrir como imputada por el crimen de Laura Gabriela Picciuto.
Los justificativos esgrimidos no se conocern, pero lo cierto es que el fiscal le creyó y consideró que se trataba de una falta que se podía dejar pasar, dado que Di Cianni venía mostrando buen comportamiento. Por todo eso, la acusada se salvó de volver a quedar detenida, pero se ganó el reproche del juez Lucas Taboada por no mantener el semblante durante la audiencia.
En el mismo debate, el magistrado aceptó prorrogar por tres meses la prisión preventiva del ex marido de Picciuto, José Luis Fumero y de Leonardo Salomón, quien era novio de la víctima al momento del crimen. Di Cianni continúa acusada, pero en libertad junto con Alfredo Socci y Natalia Liberman.
Se estima que Picciuto fue asesinada en marzo en su casa de Chacabuco 59; el o los asesinos escondieron su cuerpo en una cisterna vacía que había en el fondo de la casa y el 11 de mayo unos albañiles que realizaban trabajos en la propiedad hallaron el cadáver.
Días atrás, Socchi y Liberman se presentaron para ser notificados de que continuarían siendo investigados en la causa. Ese día Di Cianni faltó, por lo que el juez Taboada aceptó el pedido del fiscal Sale y solicitó la captura de la joven por rebeldía.
El lunes, Di Cianni se presentó voluntariamente y le explicó al fiscal a qué se había debido su ausencia. Por esa razón, en esta segunda audiencia el auxiliar fiscal Miguel Fernández indicó que no le pedirían la prisión preventiva, dado que en casi todo este tiempo la acusada venía cumpliendo con las comparencias.
“Esto surge de lo manifestado por el personal de la comisaría, que indicó que habitualmente fue a firmar comparencias, pero además no amedrentó a ningún testigo ni cometió algo que podamos considerar un entorpecimiento”, argumentó. En ese momento el juez lo interrumpió.
“Espere doctor, porque la señorita se está durmiendo ¿se encuentra bien?”, preguntó Taboada. Tras una demora, la joven contestó: “sí, estoy un poquito cansada porque no dormí mucho”. El juez le pidió que mantenga el semblante: “bien, gracias, pero por favor si no está en condiciones de presenciar la audiencia por favor avise”.
Fernández continuó con su argumento y pidió cautelares menores para Di Cianni. El abogado querellante, Gonzalo de la Vega y la defensora oficial Florencia Ciotola, avalaron ese pedido. Para hacer lugar al pedido, el juez le pidió a la acusada que precisara la numeración de la casa donde fijaría residencia y la joven hizo caso omiso a la consulta.
“Le advierto por última vez, porque siento que usted no respeta el proceso judicial. Hoy usted se irá en libertad porque el fiscal lo considera, pero se podría haber adoptado tranquilamente otro criterio porque es una falta de respeto cómo está usted en esta audiencia, la manera en la que comparece, y peor aún que no se haya presentado en la anterior. Evidentemente no se está tomando en serio que la están investigando en una causa de homicidio”, le reclamó Taboada, que le reiteró cuales son las imposiciones que deberá cumplir. La acusada respondió con una breve afirmación.
Avanzada la audiencia, se abordó el caso de Fumero y de Salomón. Fernández detalló que son los más complicados en la causa y que deben esperar por un informe telefónico, uno de la empresa Chevallier y uno de ADN para avanzar con la investigación.
Ante esto requirió que sigan detenidos por otros tres meses, pese a la oposición de los defensores oficiales Jorge Quiles Sainz y Luciana Filmann quienes requirieron que el tiempo sea menor, frente a lo cual. el magistrado consideró procedente la solicitud del fiscal que terminó imponiéndose.