Inspectores del Municipio constataron que hay demoras de hasta 40 minutos en las frecuencias, por lo que se intimará a las líneas que no cumplan con la normativa vigente y habrá multas. Malestar de los usuarios.

La Municipalidad de San Miguel de Tucumán, a través de su Secretaría de Movilidad Urbana, inició este viernes un riguroso operativo de control en la vía pública para garantizar que las empresas de ómnibus cumplan con la normativa vigente sobre las frecuencias y recorridos de las unidades.

La medida fue ordenada por la intendenta Rossana Chahla en respuesta a la decisión de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT) de restringir la prestación del servicio, con el argumento de que el sector afronta una crisis que le impide funcionar con normalidad.

Durante las inspecciones, que se realizan en tres puntos estratégicos de la ciudad, con la presencia de 15 inspectores del área operativa de Transporte, se constató que hay demoras de hasta 40 minutos en las frecuencias (entre el paso de un colectivo y la unidad siguiente), por lo que se intimará a las empresas y habrá sanciones. El secretario de Movilidad Urbana municipal, Benjamín Nieva, advirtió que “se trabaja para constatar las infracciones y documentarlas, a los fines de aplicar todo el peso de la ordenanza número 400/79, que establece un sistema de sanciones a las empresas que hayan incurrido en faltas”. En este sentido, informó que dicha norma contempla multas que van desde un monto equivalente a los 2.000 boletos hasta los 100.000 boletos mínimos (el precio de cada viaje es actualmente de $ 230). “No queremos llegar a esta situación y llamamos a la reflexión del empresariado., Sabemos que estamos en una situación de crisis, pero también atendiendo que las crisis se resuelven a través del diálogo y no con este tipo de medidas intempestivas”, agregó.

Nieva dijo que “la Municipalidad quiere garantizar que no se resienta la prestación del servicio, porque se perjudica a los usuarios, que no pueden viajar en tiempo y forma a los distintos lugares a los que desean trasladarse”. Y remarcó: “Todos los días que tengamos lamentablemente esta medida decidida por la AETAT, nosotros vamos a estar haciendo las inspecciones, documentando las infracciones y aplicando la ordenanza 400”.

Demoras de 40 minutos

Por su parte, el coordinador técnico de la Dirección de Transporte, Jorge Rodríguez Robledo, indicó que durante los operativos “se controla que la frecuencia no supere los ocho minutos, que es lo óptimo, y se ha detectado que hay demoras de hasta 40 minutos entre el paso de una unidad y la siguiente, lo que genera malestar entre los usuarios del transporte público”.
Por esta razón, dijo que se está trabajando “para documentar esta situación a los fines de poder corregirla, conforme a lo dispuesto la ordenanza número 400/79, que en su artículo 51 establece sanciones para las empresas del servicio de transporte público de pasajeros que incurran en infracciones”.

Rodríguez Robledo informó que “los controles se realizan en Córdoba y Salta, en Crisóstomo Álvarez al 400 y en avenida Avellaneda y Francia, que son los tres puntos estratégicos elegidos debido a que son paso obligatorio para las 14 líneas de ómnibus que recorren la Capital”. El funcionario recalcó que “debido a que se constataron demoras de 40 minutos en las frecuencias, se van a realizar las observaciones y se harán las correspondientes intimaciones a las empresas que prestan este servicio esencial a la comunidad”.

Malestar entre los usuarios

Los usuarios del transporte urbano de pasajeros expresaron su malestar por las demoras en las frecuencias y se mostraron de acuerdo con los controles que realiza el Municipio. “Me alegra que la Municipalidad tome cartas en el asunto, porque yo viajo todos los días y noto que la frecuencia es muy larga entre un colectivo y otro, como de 45 minutos”, expresó Encarnación, quien esperaba el colectivo en la parada Salta y Córdoba.

Silvia, otra vecina que también aguardaba en la misma parada, comentó: “Estamos esperando desde hace más de 25 minutos y el colectivo no viene. Yo tengo a mi hijo que trabaja en la mañana, lo tengo que acompañar hasta que venga el colectivo. Es un desastre esto y piden que les aumenten el boleto, pero no cambian los colectivos que están rotos y vienen tarde”.

Ely, otra usuaria, expresó su disconformidad con el servicio. “La verdad es que siempre se demoraron un montón, por lo menos la línea 11, que es la que yo tomo y es la peor que hay”, aseguró. Y agregó: “Me parece perfecto que la Municipalidad haga estos controles, porque la mayoría de las líneas tiene ese problema y así perjudica a los trabajadores”.

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