El gobierno británico elaboró “la estrategia del semáforo”, que cuenta con tres fases. La roja, que pretende prolongar la cuarentena para la población de riesgo durante meses, es la que genera mayor controversia.
El Gobierno británico ha preparado un plan de tres fases para levantar gradualmente el confinamiento por la COVID-19, que implicaría la ampliación del confinamiento delos mayores de 70 y la reapertura de los colegios el próximo 11 de mayo, revelan este domingo los diarios británicos más importantes.
Aunque el Ejecutivo no quiere de momento adelantar cómo el Reino Unido volverá paulatinamente a una relativa normalidad, el dominical británico señala que las autoridades ya tienen un plan, que deberá ser aprobado por el primer ministro, Boris Johnson, una vez que se reincorpore al trabajo tras recuperase del nuevo coronavirus.
El Reino Unido está en el pico de la pandemia al contabilizar 15.464 muertos, tras sumar ayer 888 más que el día anterior, lo que ha obligado a las autoridades a extender las medidas de confinamiento domiciliario hasta el próximo 7 de mayo.
El rotativo indica hoy que en la primera de las tres fases del plan, las escuelas pueden reabrir dentro de tres semanas -el lunes 11 de mayo – aunque primero para los adolescentes que tengan el año próximo los dos exámenes más importantes de la educación británica (los llamados GCSE, a los 15 años, y los de nivel “A”, a los 17 o 18 años y necesarios para ser admitidos en la universidad).
No obstante, el ministro británico de Educación, Gavin Williamson, señaló hoy en su cuenta de Twitter que “no se ha tomado una decisión sobre cuándo las escuelas volverán a abrir”. “Puedo asegurar a escuelas y padres que (los colegios) sólo reabrirán cuando la recomendación científica indique que es el momento de hacerlo”, puntualizó el ministro.
En esta primera fase -llamada “verde”- algunas tiendas de productos no esenciales, como las que venden flores y plantas o las de venta de ropa, también podrán reabrir porque será más fácil mantener el distanciamiento social para evitar el contagio.
También volverán a la normalidad los servicios de trenes y autobuses, aunque se pedirá a los pasajeros que viajen con mascarillas, de acuerdo con la información del rotativo.
La segunda parte del plan, denominada “amarilla”, empezaría a finales de mayo o principios de junio, con la reapertura de más tiendas, la actividad empresarial y el retorno de los empleados al trabajo. Los bares, restaurantes y eventos deportivos o conciertos no podrán reabrir hasta julio o al final del verano boreal.
La última fase, la “roja”, establece que los mayores de 70 años y las personas más vulnerables al contagio del coronavirus deberán permanecer en sus domicilios durante meses, hasta que haya una vacuna, lo que puede obligarlos a estar confinados hasta el año próximo. La medida podría despertar polémica. En Francia, por ejemplo, Emmanuel Macron intentó prolongar el confinamiento de los ancianos y se encontró con una férrea oposición que lo obligó a recapitular.
La universidad inglesa de Oxford trabaja en una vacuna contra la COVID-19, cuyas pruebas clínicas podrían quedar completadas a mediados del próximo mes de agosto. Los expertos confían en saber en mayo si esta vacuna consigue una fuerte respuesta inmune al virus, una vez iniciadas estas pruebas clínicas, declaró ayer John Bell, miembro de un comité del Gobierno.
Ese comité está formado por expertos del mundo académico y empresarial, para desarrollar “tan pronto como sea posible” una vacuna contra la COVID-19 e impulsar su producción masiva.
fuente: infobae