Se llevó a cabo en el Cerro Bayo en el Parque Provincial Cumbres Calchaquíes, Tafí del Valle.
En el marco del Plan de Gestión para la Recuperación de infraestructura y espacios de educación de las Áreas Naturales Protegidas de Tucumán, se llevó a cabo la Recuperación del refugio del Cerro Bayo en el Parque Provincial Cumbres Calchaquíes (Tafí del Valle, Tucumán).
La Subdirección de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN) -perteneciente a la Secretaría de Estado de Desarrollo Productivo-, en cumplimiento de las leyes N°6292 y 8304, lleva adelante la implementación del Plan de Manejo de Parque Provincial Cumbres Calchaquíes, el cual tiene como objetivo la conservación de sus valores naturales y culturales y el uso compatible con actividades principalmente científicas y educativas.
En esta línea, mediante fondos de la Ley de Bosques y con ayuda de la Asociación Argentina de Montaña, se llevó a cabo la recuperación del refugio de montaña del Cerro Bayo altura, un ex laboratorio de alta montaña ubicado a 4300 metros de altura. Las modificaciones del lugar se realizaron en diferentes etapas (mampostería, aberturas, colocación del techo) y, por gestión de la Asociación Argentina de Montaña (a través de la Unidad Ejecutora de Proyectos de la provincia y bajo la órbita del Programa de Energías Renovables en Mercados Rurales), en el último mes se colocaron paneles solares para la obtención de energía en el lugar.
Este lugar es el primer refugio de alta montaña con estas características en Tucumán y se encuentra disponible para personas que realicen deportes, actividades científicas, de seguridad u otras e, incluso, para visitantes no especializados. “Los únicos requisitos para su uso consisten en dar aviso previo a la Subdirección de OTBN (autoridad de aplicación) y valorar y conservar el espacio a perpetuidad”, resaltó la subdirectora, Liliana Fortini.
El Parque Provincial Cumbres Calchaquíes, con sus 80.000 has., es una de las Áreas Protegidas más grandes en altura de la región NOA. Fue creado en octubre de 1965, protegiendo así un área de trascendental importancia, tanto por sus valores naturales únicos como por su relevancia cultural. Su extensión norte-sur es de 79 km y su parte más ancha, de 15 km; asimismo, sus límites van desde los 3.000 msnm hasta los 4700msn, por lo que es la única área protegida en el país dedicada, casi en su totalidad, a proteger ecosistemas de alta montaña.
Según informó la Subdirección de OTBN, éste parque protege especies de fauna y flora que no existen en zonas más bajas y llanas, incluyendo especies endémicas y en peligro de extinción; las condiciones extremas hacen que las poblaciones silvestres sean poco numerosas y muy especializadas. Entre las especies que habitan la zona, se encuentran perdices, flamencos, guayatas, rapaces, becasinas, chinchillones, gato andino, puma, guanaco y taruca o huemul del norte.
El Parque es considerado, además, una “fábrica de agua” porque capta más de 3 millones de hectólitros de lluvia, granizo y nieve, que luego es utilizada para para uso doméstico, agrícola e industrial en la región norte de la provincia (San Miguel de Tucumán, Trancas, Tafí Viejo. Tafí del Valle y Amaicha del Valle). La mitad norte del río Salí (es decir, desde Lules hasta el límite con Salta) está surtido por esta “fábrica”, como así también los más de 132 arroyos y ríos que la surcan desde su cumbre hacia el este y el oeste de la misma.
El área contiene también valiosos yacimientos arqueológicos, aún no completamente estudiados y atractivos paisajes geomorfológicos de origen glacial, del último período de glaciación. Una importante extensión del área protegida corresponde al territorio de la Comunidad Indígena de Amaicha – Diaguita-Calchaqui -; en el interior del parque habitan unos pocos pobladores y aún mantienen las costumbres típicas de los puesteros de montaña.