“Hay empresas que están queriendo hacer un colchón de precios antes de un eventual pacto social”, aseguró el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, el viernes pasado durante el 55º Coloquio de IDEA. Adelantó así las nuevas listas de precios que la mayoría de las empresas de consumo masivo comenzaron a enviar a las cadenas de supermercados en los últimos días.
La explicación de las compañías es que todavía no habían ajustado los valores de sus productos de acuerdo a la devaluación pos PASO, pero también sobrevuela el temor a lo que pueda suceder el lunes siguiente a la elección: qué pasará con el dólar luego de una semana en la que el Banco Central tuvo que salir a vender reservas para evitar un mayor salto cambiario, y qué política adoptará un eventual gobierno de Alberto Fernández –si es que gana el domingo– en materia de precios. Hasta los economistas más heterodoxos del Frente de Todos sostienen que sería inviable un “congelamiento”, pero no descartan un mayor control en el marco de un acuerdo económico y social.
Desde el supermercadismo, diversas fuentes confirmaron que en las últimas dos semanas comenzaron a llegar nuevas listas con aumentos y que las pretensiones de algunas empresas finalmente quedaron desactivadas por resistencia de las cadenas. Sin embargo, las subas finalmente oscilaron entre el 8% y el 12%. “Muchas llegaron con idea de subir 18% a 20%, pero lo rechazamos porque venimos desarrollando una estrategia de posicionamiento en materia de precio que no queremos romper. Logramos que las subas sean menores, pero quedó latente el porcentaje deseado, que en algún momento lo van a querer cobrar”, dijeron en una importante cadena.
La mayoría de las empresas de consumo masivo enviaron listas a las cadenas días atrás: Arcor, Mondelez, Ledesma, Pepsico, Unilever, Adecco Agro, Molinos Río de la Plata, Danone. En algunos casos, los incrementos promedio fueron de 8%, pero en otros superaron el 10%, dijeron en los supermercados y confirmaron en varias de las compañías.
En el caso de Arcor, por ejemplo, la lista fue enviada a fines de septiembre y los incrementos fueron de 10%, 8% y 5%. En promedio, el aumento de fines de septiembre fue de 8%. Según fuentes de la compañía, este incremento se realizó para cubrir “parte de la devaluación pos PASO de agosto”. Por lo tanto, podría inferirse que, en función de lo que pase con el tipo de cambio y la inflación en los próximos días luego de los comicios, las subas podrían continuar.
Pepsico, a su vez, envió incrementos de entre 15% y 20%, en tanto que Molinos Río de la Plata anunció esta semana a los supermercados que algunos productos trepaban 8%, pero otros se mantenían sin variaciones, como es el caso de harinas, aceites y pastas, lo que da, en promedio, 4%, explicaron desde la compañía. “Lo informamos esta semana y tiene que ver con la reciente variación del dólar”, aseguró una fuente de Molinos, quien descartó, por otra parte, que estén haciendo un colchón ante el temor de un eventual congelamiento.
Desde Quilmes, en tanto, aseguraron que el último aumento fue realizado a mediados del mes pasado y no esperan, por el momento, nuevas subas. La fuerte caída del volumen, que no es exclusiva del sector de bebidas, afecta las recomposiciones de precios. Según una fuente de la firma, si la inflación del año fuera del 55%, los aumentos estarán 16 puntos por debajo. “En el primer semestre, la industria cayó 15% en volumen. El año pasado nos duplicaron la alícuota de impuestos internos (del 8% al 16%) y nunca nos recuperamos. Por eso nuestros precios corren muy por debajo de la inflación”, agregó el directivo de la empresa.
Según un supermercado, otras empresas que pasaron listas con aumentos fueron Procter & Gamble (almacén, 17%), Fargo (7% en galletitas y panificados), Cachay (13%, almacén), Lheritier (125), Vanoli (13%), Panificadora Veneciana (15%), Molino Cañuelas (hasta 36% en algunos productos de almacén), Las Marías (20%), BIC Argentina (38%) y La Virginia (9%), entre otras.