Son giros en el exterior de socios y financistas vinculados al mundo K. Los datos los hallaron los fondos buitre y los enviaron a la ex procuradora del Tesoro. Ella intentó hacerlos desaparecer. Aparece un hijo de Báez.
Esta historia empieza, como tantas, en Río Gallegos, Santa Cruz. Sigue en Buenos Aires. Después en Nueva York. Y se diversifica a ciudades de varios países, exóticas o cosmopolitas, en las que sin embargo funciona un lenguaje común internacional: el de los bancos y las empresas off shore. Esta historia es una historia de 492 millones de dólares que fueron transferidos a cuentas de los cinco continentes por 21 personajes y sociedades comerciales vinculadas a los Kirchner. Algunos de esas personas están siendo investigadas por la Justicia en casos de lavado de divisas o corrupción. Son operaciones que el Estado Nacional K intentó ocultar. Lo hizo la Procuradora General del Tesoro, Angelina Abbona, quien se llevó esa documentación antes de dejarle su cargo a su sucesor, Carlos Balbín. Era información obtenida a través de seis bancos distintos por los fondos buitres en un juicio que se desarrollo bajo jurisprudencia estadounidense por decisión de Néstor Kirchner. Clarín había revelado desde 2014 algunos de estos movimientos ocultos.
Cuando supo que debía dejar su cargo, Abbona intentó llevarse a su casa esa documentación clave. Pero alguien la encontró. El programa del domingo PPT, de Jorge Lanata, difundió el contenido de otra buena parte de las operaciones bancarias que los Kirchner quisieron ocultar. El informe sobre esta acción insólita tomada por el Poder Ejecutivo K fue titulado “CristinaLeaks”. Fuentes del caso afirman que Abbona se llevó al sur austral la información por orden de la ex presidenta.
La Procuradora es la jefa de los abogados que deben velar por los intereses de la Nación en todos los juicios. Fue justo a través de ese organismo que los Kirchner buscaron que no trascendieran las maniobras de sus socios o financistas vinculados a ellos.
Entre los documentos difundidos por PPT están registrados movimientos millonarios de hijos del ex socio de Cristina Fernández, Martín Báez. Del financista histórico de la familia, Ernesto Clarens. Del abogado de los Báez, Jorge Chueco, operador en la financiera SGI, hoy preso junto a su ex jefe en el penal de Ezeiza. De Federico Elaskar, ex propietario de esa financiera, apodada “La Rosadita” por su vinculación con el poder, quien a pesar de estar embargado por juicios incluso de una empresa familiar logró girar montos millonarios a los Estados Unidos.
Clarín había adelantado también sobre el intento de ocultamiento de estas cuentas descubiertas por los buitres, de cómo el Gobierno K supo del tema. PPT mostró nuevas revelaciones de los “CristinaLeaks”, tras analizar alrededor de 3.500 páginas que incluyen miles de operaciones bancarias. El programa también mostró el origen de la información, el estudio que defendió a la Argentina en el juicio contra los buitres.
¿Por qué el Gobierno K le ocultó a la sociedad que los buitres encontraron esas transferencias bancarias millonarias vinculadas al poder K?
La ex Procuradora Abbona se vio obligada a devolver parte de la información que se había llevado a su casa. El actual jefe de los abogados del Estado, Balbín, aportó esa información a la causa judicial conocida como La Ruta del Dinero K. El fiscal del caso, Guillermo Marijuán, pidió la indagatoria de Abbona. La acusa de haber cometido el delito de encubrimiento.
Entre el contenido de los “CristinaLeaks” se encuentran, entre otros, movimientos de uno de los hijos de Lázaro Báez, Martín, por 1.340.090 dólares a través del Standar Bank. Y también giró dólares mediante cuentas del HSBC.
De la información se desprende también que Jorge Chueco (abogado asesor de Báez) hizo transferencias mediante el Standar Charter por doscientos quince mil dólares, entre otras operaciones.
Fuente: Clarín