Se conoció la misiva enviada al empresario en la que se explica un plan de acción y una serie de pedidos a la familia Báez. La información se había revelado su existencia en mayo pasado.
Primero fue un rumor. Se escuchaba en los sótanos de la política, sobre todo entre dirigentes y abogados del kirchnerismo. Hoy terminó el misterio: se trata de una misiva atribuida a la ex presidente Cristina Kirchner que le enviaron a Lázaro Báez, el empresario favorito de su fallecido esposo, en la que se confirmaría de manera inequívoca que la ex presidente está interesada en la suerte de la causa de la “Ruta del dinero K”, en la que están acusados e investigados el dueño de Austral Construcciones y Leonardo Fariña, entre otros.
La misiva, que fue revelada anoche por el periodista Jorge Lanata en el programa Periodismo Para Todos (PPT), fue escrita -según trascendió- por una colaboradora de la ex primera mandataria. Dos semanas después de la detención del dueño de Austral Construcciones recibe la carta la familia. Le habría llegado de la mano de Daniel Álvarez, alguien que es conocido para ellos, porque le alquilaba una propiedad, y que fue secretario de Cristina Kirchner.
En la carta se plantea un plan de acción, una serie de cuidados a tener en cuenta y, sobre todo, una instrucción directa: “Nombrar empresarios cercanos como Calcaterra de IECSA que se encuentra depresivo y con intenciones de vender la empresa”. Ese argumento es uno de los que, con más fuerza, quieren resaltar en la familia del empresario contratista, porque es el que de manera continua menciona la propia Cristina Kirchner cada vez que habla sobre el tema de la corrupción en la obra pública y los supuestos vínculos con compañías “amigas”. Angelo Calcaterra es el primo del presidente Mauricio Macri.
En su cuenta de Twitter, la ex presidente aseguró que la carta es falsa.“Atribuir una carta a alguien sin la más mínima consulta revela malicia y operación política”, dijo. “Basta de mentir, todo debiera tener un límite”, concluyó.
En la misiva, hay pedidos también para que la familia Báez “tenga cuidado” de las personas que se le acercan, como así también le solicitan que tengan buena relación con el juez de la causa, Sebastián Casanello, aunque lo alertan por una supuesta influencia del ex hombre fuerte de la Side, Antonio Stiuso, en todo el proceso. Si bien la carta no figura en el expediente que instruye el magistrado -cuya recusación por parte de la familia aún está sin resolución en la Cámara- no se descarta que puedan ser convocadas las partes para ratificar o rectificar su autenticidad.
La estrategia judicial la conduce Leandro Báez, quien está decidido a proteger a sus hermanas y a su madre, Norma Calismonte, frente a la intemperie en la que quedó el empresario que supo ser socio comercial de Cristina, Néstor y Máximo Kirchner.
Antes de la feria judicial que terminó hoy, el abogado de los hijos de Báez, Santiago Viola, había advertido que la carta tenía “más información periodística que judicial”, pero resaltó que era “importante para demostrar que la ex presidenta tenía un interés en la causa”. La principal preocupación de los Báez, sin embargo, es la utilización que puede hacer de ella Casanello, juez al que lo tienen recusado por intentar desviar la causa para, supuestamente, proteger a la ex presidente.
Al menos dos emisarios del ex secretario General de la Presidencia de Néstor y Cristina Kirchner, Carlos Zannini, se reunieron cerca del shopping Alto Palermo para pedirle a los abogados de los hijos de Báez que la devolvieran. Fue a menos de un día, que los enviados se acercaron a los abogados de la familia para gestionar la devolución de esa misiva que, sabían, podía traerle un dolor de cabeza a la ex presidente.