El senador José Alperovich tiene declarada una fortuna de 139,5 millones de pesos, pero también tiene la peor imagen negativa de su carrera, un 55,9%. Facundo Garretón, el segundo tucumano más rico en el Congreso, con sus 10 millones de pesos, arrastra una imagen negativa del 19,5% pero muchos no lo conocen.
La riqueza no parece andar de la mano con la felicidad de los políticos de la provincia, en especial con los que tienen la responsabilidad de representar a los tucumanos en el Congreso de la Nación. Por estos días surgieron datos en torno a las declaraciones juradas presentadas por los parlamentarios nacionales de la provincia ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Oficina Anticorrupción. De esa información se desprende que los representantes tucumanos con más fortuna en las Cámaras de Senadores y Diputados son, respectivamente, José Jorge Alperovich (Frente para la Victoria) y Facundo Garretón (PRO).
Sin embargo, las fortunas que dichos referentes declararon tienen una distancia importante entre sí. Mientras que Alperovich declaró tener 139,5 millones de pesos en bienes, el joven diputado del PRO dejó constancia de 10 millones de pesos y pasivos por 2,7 millones de pesos.
Alperovich le lleva 129,5 millones de pesos de ventaja a Garretón, lo que es lógico teniendo en cuenta ambas carreras políticas y los puestos de responsabilidad que hasta el momento tuvieron cada uno, pero no todas son buenas para el ex gobernador tucumano. Las mediciones de imagen le juegan una mala pasada, como le ocurre a varios políticos que quedaron “pegados”, a pesar de los esfuerzos en contrario, con la gestión de Cristina Kirchner. El actual senador pasa por el peor momento en lo que hace a imagen negativa ante sus comprovincianos, porque alcanza el 55,9%. Este dato, que se desprende de la muestra realizada por Quality Latinoamérica, entre personas de 18 y 70 años, residentes en San Miguel de Tucumán, Yerba Buena, Banda del Río Salí, Tafí Viejo, Monteros y Concepción, representa la más alta medición negativa de la imagen de Alperovich, quien apenas tiene un 21,8% de visión positiva y un 20,3% de opinión regular.
Parece que las recorridas que le organizan Dante Loza y Marcelo Ditinis no surten el efecto deseado por el senador, quien no se quiere quedar afuera de la pelea por la próxima Gobernación.
Nada pudo hacer el ex gobernador para “despegarse” de la gestión de Cristina Kirchner y de sus vínculos con el ex secretario de Obras Públicas de la Nación, José López, quien hace un par de semanas bailaba desnudo y lo llamaba a los gritos, en la zona de internación del Penal de Ezeiza, en donde se encuentra recluido tras el escándalo de los bolsos con dólares en un supuesto convento de General Rodríguez, en la provincia de Buenos Aires.
Las expresiones de Alperovich sobre que nunca había sido kirchnerista y que se llevaba mal con Cristina, no hicieron más que perjudicarlo. También la rapidez con la que ordenó a la actual presidente del Partido Justicialista (PJ) y esposa, Beatriz Rojkés, que se echara a José López como autoridad partidaria.
La lupa sobre la obra pública
En las últimas horas, crecieron los rumores sobre la determinación de la responsabilidad que le cupo al ex mandatario sobre las obras públicas que se realizaron en Tucumán, y que llegaron de la mano de López. El temor que embargaba a ex intendentes “alperovichistas” por las investigaciones centradas específicamente en el denominado “Plan Más Cerca, Más Municipio, Mejor País, Más Patria”, también se extendieron al ex número uno de la provincia, porque fue Alperovich quien suscribió los acuerdos correspondientes con López, para la llegada de más de 950 obras, por un monto global de 1.089.068.629 millones de pesos. Las obras fueron previstas en tres etapas y tendrían que haber beneficiado a un total de 150 localidades, entre municipios y comunas rurales. Aparentemente, y tal como se viene manejando la Justicia por estos tiempos, “el hilo no se cortaría por lo más delgado”, como reza el dicho popular, sino que se investigaría a fondo a los responsables máximos del manejo de los recursos públicos, en la búsqueda de sobreprecios y “obras fantasmas”.
Es por ello que la situación de Alperovich, más allá de la gran fortuna que tiene declarada, es bastante delicada, toda vez que ese patrimonio creció un 47% desde principios de 2015 a la fecha. El año pasado había declarado 94,5 millones de pesos, que en la actualidad se transformaron en los 139,5 millones de pesos declarados.
Nota edición semanal impresa Diario Cuarto Poder del 02-08