Este es el famoso River, el famoso River Plate, cantaban los hinchas sobre el final del partido ante Banfield que los de Gallardo ganaron 4-1 tras una presentación que hizo recordar al equipo que casi todo entre 2014 y 2015.
Es que el Millonario jugó bien y goleó al Taladro, que supo empatar el partido en el final del primer tiempo pero los de Gallardo lograron mantener la forma futbolística que quiere el DT y arrancaron los aplausos de los presentes en el estadio de Núñez.
Sebastián Driussi abrió el marcador a los tres minutos mediante un cabezazo tras un fantástico centro desde la derecha de Jorge Moreira, uno de los puntos más altos del partido.
A partir de entonces el local se mostró rápido y fresco en ataque, sin preocupaciones en defensa ante el poco peso ofensivo de Banfield y con buenas asociaciones, dando muestras de estar de nuevo en la sintonía que le gusta a Marcelo Gallardo.
Desde entonces generó mucho fútbol y el público lo reconocía con aplausos y tuvo opciones de gol casi sin preocupación por parte de lo que ofrecía el Taladro. Sin embargo, a los 36 minutos del primer tiempo, Banfield sacó rédito de la única chance clara que tuvo y empató con el tanto de Santiago Silva, que ya lleva 9 goles convertidos al Millonario.
Así finalizó el primer tiempo, con el partido empatado. En el complemento, en tanto, el equipo local logró recuperarse en base a su capacidad de juego y encontró en una definición de Lucas Alario el gol del 2-1.
River estaba conectado e imprimió en el marcador todo lo que mostraba en la cancha. A los 25 del complemento Andrés D’Alessandro capturó un rebote y definió para el tercer gol del equipo, su primer desde el regreso en el torneo local, y para la consecuente ovación.
Y cuando Banfield intentaba recuperarse, Pity Martínez sentenció el resultado con el gol del 4-1 que desató la fiesta. Un puñado de minutos después del gol del ex Huracán, Gallardo sacó a D’Alessandro para que el Cabezón, uno de los mejores del partido sino el mejor, fuera reconocido por los hinchas pero al jugador no le gustó la decisión y lanzó cuando pasó al lado del DT: “¿Siempre me sacás a mí?”.
Un momento de enojo del jugador que sentía que estaba jugando como nunca desde la vuelta, tanto como el del DT, que respondió a su reclamo con gesto adusto.
River viene de obtener su quinto título internacional en poco más de dos años, tras la conquista de la Recopa Sudamericana, ratificó que la forma está intacta pese al bajón del último año.

Fuente: Infobae

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