A River se le simplificó todo por el polémico arbitraje de Fernando Rapallini, quien expulsó a Blas Cáceres por una agresión contra Andrés D’Alessandro a los ocho minutos y condicionó a Vélez desde el inicio. Su reacción ameritaba una amarilla, pero el juezo lo echó y al Fortín se le hizo cuesta arriba. El dueño de casa aprovechó la diferencia y lastimó en la primera parte con tantos de Sebastián Driussi y Lucas Alario.
El juvenil que decretaría las cifras finales en el complemento, tras una buena habilitación de D’Alessandro, capturó un rebote de Aguerre y quebró el cero. Después, anticipó a Cristian Nasuti, quien lo tocó adentro del área y le cometió infracción. El arquero velezano desvió el tiro de Alario en primera instancia, pero el asistente Sergio Viola levantó la bandera y ordenó repetirlo por su adelantamiento (mínimo, pero adelantamiento al fin).
No perdonó en la segunda chance el ex Colón y el partido empezó a encaminarse para los de Marcelo Gallardo, que hasta pudieron haber ampliado la diferencia. Los de Liniers se vieron envueltos por el nerviosismo e impotencia y dejaron otra pálida imagen, a la espera de la llegada de Omar De Felippe, que tendrá mucho trabajo por delante (hoy el interino fue Alberto Fanesi).
Este resultado puso a River a un punto del líder Estudiantes, que mañana visitará a Gimnasia en el clásico de La Plata. Ahora los de Núñez son escoltas junto a Newell’s y Racing. La otra buena noticia para los del Muñeco fue el regreso de Rodrigo Mora, quien ingresó en la parte final tras su lesión.