El colectivo de la línea 132 que atropelló una carpa de venta ambulante el lunes pasado en el Acceso Norte, sufrió ayer el robo de baterías, luces y de una consola, mientras permanecía secuestrado a escasos metros de la puerta de entrada de la comisaría 5ª.
El hecho quedó al descubierto cuando un inspector de la empresa fue a la comisaría a tramitar la entrega. El empleado descubrió que le faltaban elementos a la unidad secuestrada, como baterías, luces del interior y la consola para activar las tarjetas de viaje.
No le tomaron la denuncia
Fuentes judiciales informaron que los uniformados de la comisaría se negaron a tomar la denuncia al inspector aduciendo que el oficial de turno no se encontraba en la seccional.
Maltrato policial
Amén a ello, fue maltratado por los policías cuando dijo que iba a denunciar el hecho en la Justicia. “Hacé lo quieras”, le respondió uno de los uniformados que lo había atendido.