Todo ocurrió el domingo cerca de las 05:00, cuando empleados policiales a cargo del subcomisario Carlos Marín y del oficial principal César Campero aprehendieron a tres mujeres que huían a bordo de un taxi y que fueran denunciadas por robo de celulares. La policía pudo rastrear la señal satelital del Iphone 12 que había sido robado en el predio donde se desarrollaba el Festival del Caballo.
Rastreo y detención
De acuerdo con las pericias, el sistema de rastreo marcaba una ubicación sobre Ex Ruta Nacional N° 9, altura del Colegio ENET N° 1, de la ciudad de Trancas. Además de estos datos, los efectivos contaban con la descripción de las posibles autoras y con esa información iniciaron un operativo cerrojo en las inmediaciones del punto señalado.
En esas circunstancias detuvieron la marcha de un taxi en el que viajaban tres pasajeras. Los uniformados constataron que las mujeres compartían características similares a las denunciadas y seguidamente les solicitaron que descendieran del auto. Al principio se negaron y finalmente accedieron no sin forcejear y agredir a los policías.
Cabe mencionar que el conductor del taxi accedió a abrir el vehículo y de este modo quedaron expuestos varios elementos como carteras y billeteras que luego fueron requisadas en la dependencia policial. Hasta allí fueron trasladadas las tres mujeres. Tras examinar las carteras y demás elementos los efectivos encontraron 5 teléfonos celulares, varias tarjetas de crédito de distintos titulares y dinero en efectivo.
Mecheras caras
Posteriormente en la Comisaría se hicieron presentes las propietarias de dos de los celulares hallados, quienes coincidieron en que les habían sido sustraídos en el mismo festival.
Tras la intervención de la Fiscalía, desde esa oficina convalidaron la aprehensión y solicitaron planillas de antecedentes y demás medidas de rigor.
El responsable del operativo fue el comisario principal Sergio Padilla jefe de Zona I, y la supervisión general estuvo a cargo del jefe de la Unidad Regional Norte, el comisario general Joaquín Girvau Olleta y del segundo jefe de esa Unidad, el comisario mayor, Eduardo Luna.