Por Manuel Rivas* de Diario Cuarto Poder / Construir belleza desde el dolor. La presentación del poemario “Sala de espera”, de la escritora Susana Noé, constituyó una prueba del peso estético que tiene la subjetividad de la autora sobre los lectores.
Las búsquedas de Susana Noé
“Sala de espera surge después de intensas búsquedas”, comenzó sintetizando Susana Noé ese proceso de creación que la llevó a darle forma a ese magnífico poemario presentado el miércoles pasado con una sala colmada de ávidos lectores.
La autora especificó dos búsquedas: la primera de ellas fue la que la llevó a diversas salas de espera “buscando una solución a todo lo que padecía mi esposo”. Y la segunda, cómo impacta poéticamente en la subjetividad ese andar por las salas de espera.
Y no es para menos si recordamos los versos de “Sala de espera II”, que dicen: Fría, blanca / asientos ordenados / sombras inmóviles / inquietas, negras / lloran abrazadas / ¿Qué hago aquí?
“Un tiempo suspendido”
“Para mí fue un tiempo suspendido, que apareció como cobijándome. Reaparece la infancia, la familia, la problemática de la mujer en general, un mundo oprimido, la falta de derechos y las preguntas que cuestionan el contexto”, expuso la poeta.
“Me hago preguntas que cuestionan el contexto”, subraya la autora que fue acompañada en la presentación por las escritoras María del Carmen Pilán y Natalia Zanotta. Y agrega: “el tema del dolor atraviesa toda Sala de espera“.
“En un sentido hermenéutico, desde la vida cotidiana, la memoria, el recuerdo, voy develando los mundos que nos habitan, el amor, el desamor, tiempo, muerte, dolor e infancia”, expresa sobre el libro.
Video: Gentileza del escritor Miguel Ángel Figueroa.
“Siento la necesidad de legitimar lo que hago”
Respecto de su participación en diversos concursos literarios, Susana Noé, expresó: “es un tema muy mío, porque siento la necesidad de legitimar lo que estoy haciendo. La gente me pregunta: ¿Cómo te animás? o ¿Por qué te gustan tanto los concursos?”
“Antes de Develado mundo, me presenté a muchas convocatorias de poesía y, cuando gané menciones, le dije a Natalia: mirá, podemos publicar porque me parece que está apto”, señaló y toda la concurrencia lo celebró.
La autora agradeció a quienes asistieron, tras dos largos años de pandemia, y destacó el reencuentro con aquellos viejos afectos y también con los nuevos amigos que le dejó la obligatoria virtualidad de estos tiempos.
Palabras a cualquier hora
En cuanto a la inspiración de los poemas, compartió: “Las palabras vienen a mí a cualquier hora. Cuando llegan las recibo y las vuelco en la blanca hoja. Las recibo porque, a veces, son las dos de la mañana y temo olvidarlas”.
“Se me ha cruzado alguna palabrita y sé que al otro día la voy a olvidar, así que les juro que me levanto y la anoto. Después, sigo durmiendo tranquila. A veces, escucho una frase, y a partir de ella nace un poema”, expresó Susana Noé.
“Los profesores a los que concurro virtualmente son de narrativa. Insisto con la narrativa, pero lo mío es la poesía. Mis cuentos no han ganado nada, no han sido publicados, pero yo insisto”, expuso despertando risas.
Generosa y talentosa
La presentación de Sala de espera estuvo plena de emociones, muchas de las cuales tienen su origen en la amistad y el aprecio que despierta su autora pero, por sobre todas las cosas, en ese talento natural para la poesía.
Esperaremos con ansias, como en una sala de espera del disfrute literario, su próximo libro. Seguramente ella sabrá sacar de alguna frase, de una expresión de sus profesores o amigos, esa punta de hilo que la llevará a un nuevo poema.
En esa espera estaremos. Ojalá que pronto la despierte una palabra, aunque sea a las dos de la mañana.
*Director de Diario Cuarto Poder, periodista, profesor de Letras e Historia y escritor.