La rebelión se desató en la cárcel brasileña de la ciudad de Manaos, capital del estado de Amazonía, tras el enfrentamiento de dos facciones criminales rivales, según confirmó a la agencia EFE la Orden de los Abogados de Brasil (OAB), el colegio profesional, que ha participado en las negociaciones para poner fin a la rebelión.
El violento episodio comenzó en la tarde del domingo. Epitácio Almeida, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la OAB en Amazonía, coordinó las negociaciones con los presos y trabajó por la liberación de los rehenes, que finalmente han sido soltados esta mañana cuando se dio por concluida la sublevación.
“Infelizmente estamos delante de la mayor y más horrible masacre” en los presidios de Brasil, ha asegurado Almeida en un mensaje enviado a algunos miembros de la OAB y al que ha tenido acceso EFE.
La OAB ha indicado que durante el motín hubo varias decapitaciones y algunos cuerpos fueron quemados y mutilados. Las muertes se produjeron tras un enfrentamiento entre el Primer Comando de la Capital (PCC), asentado en San Pablo, y la Familia do Norte (FDN), que domina las cárceles del estado de Amazonía y es aliado del poderoso Comando Vermelho (CV), una mafia con base en Río de Janeiro.
“Todo indica que fue un ataque de una facción mayor contra una menor para eliminar la competencia”, ha resaltado el secretario de Seguridad Pública de Amazonía, Sergio Fontes, en una rueda de prensa celebrada la noche del domingo.
Decenas de personas han acudido a la puerta de la prisión para conseguir información de sus familiares presos. Una mujer, que ha pedido no ser identificada, busca a su marido desde primera hora. “Yo estaba allí por la tarde en la horas de visitas. Estábamos allí cuando oímos el ruido de los disparos, muchos disparos. Nos fuimos y no vimos nada. Vine a saber qué ha pasado, pero nadie dice nada”, reveló angustiada.