En las últimas semanas se intensificó la demanda y se duplicaron los movimientos por este medio en comparación con el año anterior. Volvieron a abrir fábricas que en marzo habían cerrado. En el sector estiman que 2020 cerrará con el triple de ventas que en 2019.
En medio de la cuarentena preventiva del COVID-19, la bicicleta se convirtió en una alternativa de viaje que asegura el distanciamiento social y es una aliada para los desplazamientos de las personas que se suman a las actividades autorizadas en las distintas fases según localidades.
Registros auspiciosos
Se llevaron a cabo conteos en distintas calles y avenidas, registró en comparación a los datos del año pasado y hubo un aumento de hasta 114% de viajes en bicicleta. Mientras que en 2019 sólo 0,4% de los viajes de la Ciudad se hacían en bicicleta; antes de la pandemia ese porcentaje ya había ascendido al 4%, alrededor de 300 mil viajes.
Por el aislamiento
Actualmente, en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) que rige desde el 20 de marzo y en principio, hasta el 11 de octubre, son miles de personas las que optan por trasladarse por este medio. Sobre todo en un momento en el que el transporte público está autorizado para los trabajadores esenciales, desplazó a otras formas de movilidad a la mayor parte de la gente.
Mejor que en 2017
El director ejecutivo de la Cámara Industrial de la Motocicleta, Bicicleta, Rodados y Afines (Cimbra), Daniel Tigani, dijo: “Este año empezamos a tener el triple de demanda de venta de bicicletas que en 2017, último año de buenos registros (se vendieron un millón y medio contra 800.000 en 2018 y unas 600.000 en 2019)”.
“El comienzo de este año había sido malo. A fines de marzo se cerraron las fábricas. Empezaron a abrir en junio y ahí explotó la demanda. Los proveedores del exterior también estaban saturados de pedidos porque el mundo entero está demandando bicicletas”, aseguró.
fuente: infobae