La oralidad en los procesos civiles ha entrado en vigencia en el Poder Judicial de Tucumán. Esto significa que los pleitos dejaron de ser escritos y que las partes se encuentran cara a cara en una audiencia presidida por un juez que, a diferencia del sistema anterior, ahora está presente y los escucha.
La oralidad pretende una reducción sustancial en la duración de un proceso: mientras que en promedio un juicio podía extenderse durante casi seis años, la oralidad acortará ese tiempo a dieciocho meses.
Conciliación
También se espera que un 30% de las audiencias finalice con la conciliación entre las partes, evitando el juicio. Los jueces que desde el primero de octubre están implementando este nuevo sistema coinciden en que, sobre todo, el cambio implicará una mayor calidad de las sentencias, a partir de la inmediación del juez y de las posibilidades de acuerdos que surgen de la escucha directa, y que esto redundará en un mayor acceso a Justicia para la sociedad.
“El problema de los procesos estaba en el sistema escrito. No hace falta más que una simple comparación: si todos los actos de la vida diaria se comunicaran por escrito, nuestra cotidianeidad sería imposible. Y esto es lo que ocurría con la Justicia. El responsable de la dilación en los procesos era el propio sistema escrito”, explica Jesús Abel Lafuente -Juez en lo Civil y Comercial Común de la VI° Nominación-.
Acorta los tiempos
“La oralidad -puntualizó- acorta los tiempos del período de prueba, que antes podía llevar hasta un año y medio debido a las presentaciones escritas de las partes; el nuevo sistema establece que esa etapa no puede extenderse más de 120 días, y esto va a incidir en la duración final del proceso”. En efecto, la totalidad de un juicio hoy será equivalente a lo que hasta ahora duraba solamente el período de prueba.
Desde hace tres años
Lafuente es uno de los miembros de la Comisión de Seguimiento de los Proyectos de Generalización de la Oralidad Civil sin Cambios Procesales que -liderada por la Vocal de la Corte Suprema de Justicia, Dra. Claudia Sbdar- empezó a trabajar hace tres años para que la implementación de este mecanismo oral pudiera llevarse a cabo sin la necesidad de realizar cambios procesales, hasta tanto sea aprobado el nuevo Código Civil de la Provincia, que esta misma Comisión debatió y redactó, y que empezará a regir el próximo año.
En un espacio de reflexión y con la participación del Poder Ejecutivo y Legislativo, este equipo de jueces realizó una serie de acciones tendientes a introducir la oralidad de forma consensuada y paulatina: debates entre magistrados; el estudio de los códigos procesal, civil y comercial, laboral, constitucional y administrativo de Tucumán y el régimen de la Justicia de paz; se desplegó, además, una intensa actividad de capacitación para jueces, funcionarios y empleados judiciales.
Protocolo de Gestión de Prueba
El resultado fue la aprobación del Protocolo de Gestión de Prueba, el modelo del decreto de apertura a prueba y fijación de fecha de audiencia y del proyecto de audiencia de conciliación y proveído de pruebas. A partir de esto, la Corte pudo establecer la aplicación de la oralidad a todos los juicios abiertos a prueba a partir del primero de octubre.
José Ignacio Dantur destaca que una de las claves para el funcionamiento de la oralidad será la colaboración de todas las partes.
“Para esto, es importante la difusión, algo que estamos haciendo a través de capacitaciones, para que se pueda conocer este nuevo sistema que modifica pequeños detalles pero que va a producir grandes cambios”, explica Dantur -Juez en lo Civil y Comercial Común de la IV° Nominación y miembro de la Comisión impulsora de la oralidad-.
Capacitación
El magistrado puntualiza que el Poder Judicial ha trabajado profundamente en este sentido: se realizaron numerosas capacitaciones desde el Centro de Especialización y Capacitación de la Corte, otras en coordinación con la Federación de Entidades de Profesionales Universitarios de Tucumán -organismo que nuclea a los colegios de profesionales-. También se están implementando capacitaciones con del Colegio de Abogados de Tucumán.
A medida que la oralidad vaya afianzándose, se espera que en un futuro los magistrados realicen un promedio de una audiencia por día. Para ello, la Corte ha dispuesto un espacio físico: las audiencias se celebran en el segundo piso del Palacio de Tribunales, que serán utilizadas por jueces y juezas del Fuero Civil y Comercial Común y los del fuero de Documentos y Locaciones del Centro Capital. También se ha dispuesto una sala de audiencia en Concepción.
Una tendencia en el país
Con la implementación de la oralidad civil, Tucumán se ha integrado a un nuevo mecanismo que ya funciona en diecisiete provincias del país. El Protocolo que rige a partir de octubre establece que en los procesos civiles se tomarán dos audiencias. La primera es de carácter privado –es decir, no está abierta al público-; en ella, el juez intenta conciliar y, de no ser posible, se decreta a qué pruebas se hará lugar. La segunda es pública y convoca a los justiciables, sus representantes y los testigos, en caso de que los hubiera; la finalidad de esta audiencia es la producción de la prueba.