La misma se realizó a un bebé de 8 meses de edad el cual sufre de un síndrome genético aún en estudio, el paciente se encuentra cursando su postoperatorio de forma satisfactoria.
Esta es la quinta elongación intestinal que se realiza en el norte argentino y la cuarta en este efector. Sin embargo, significó un gran desafío para los profesionales médicos ya que es la primera en cuanto edad y peso del bebé.
Detalles de la intervención
Al respecto la cirujana Pediátrica y sub especialista en Insuficiencia Intestinal, doctora Patricia Ríos, contó: “En este caso el niño tenía aproximadamente 66 centímetros de intestino, después de la cirugía llegamos a casi 200 centímetros de largo. Esto le brinda la posibilidad de poder aumentar de peso y no depender de una nutrición parenteral. Este es el resultado de un trabajo en equipo, junto a mi compañero el doctor Gustavo Musso que nos acompaña desde la primera cirugía en Tucumán, todo el equipo de la terapia intermedia II del hospital a cargo del doctor Eugenio Castagnaro y el doctor Martin López. Cabe destacar que otros de los servicios fundamentales que nos acompañan siempre en nuestras intervenciones son el equipo de Instrumentadoras y el de Nutrición Parenteral a cargo de la doctora Alejandra Dupuy”.
La intervención se realizó en un niño que padece un síndrome genético en estudio, polimalformado, con múltiples alteraciones anatómicas. Luego de sufrir una atresia intestinal (es decir que se resecó parte de su intestino), quedaba muy poco del mismo. Ya se había sometido a una intervención en su etapa aguda hace dos meses y a pesar de ese procedimiento, se hacía imposible que el bebé pueda crecer con la poca cantidad de intestino que tenía, la verdadera solución era la realización de esta técnica quirúrgica.
Postoperatorio
“Que hoy el paciente esté en estas condiciones, con un postoperatorio casi inmediato al cuarto día de la cirugía, quiere decir que la intervención fue un éxito. Esto nos reconforta, ya que nuestro resultado es altamente satisfactorio, y más aún lo es que este tipo de intervención se puedan hacer en nuestra provincia”, detalló Ríos.
Al mismo tiempo que agregó: “Agradecemos a dirección del hospital de Niños en el nombre de su directora y sub directora las doctoras Cristina Alabarse e Inés Josefina Gramajo, quienes siempre confían en nosotros. Además del personal de contaduría que pudo lograr que esto se hiciera posible en un corto plazo”.
El paciente más pequeño operado hasta hoy
Por su parte el doctor Gustavo Musso, médico cirujano de planta del hospital de Niños, remarcó: “El niño tiene 8 meses, lo cual convierte a nuestra intervención, en la primera con un bebé más chico, de las 4 cirugías de este tipo que vamos realizando. Esto significó para nosotros todo un desafío ya que teníamos la idea de poder sacarlo de su alimentación parenteral y lograr a partir de esta rehabilitación una alimentación lo más fisiológica o natural posible”
“Este paciente padece de un síndrome genético que se continúa estudiando y trabajando en las distintas áreas de análisis, tratamiento y rehabilitación. La idea siempre en lo que se propone para este tipo de procedimiento que son de alta complejidad es brindar al paciente una mejor calidad de vida y el primer propósito de estas intervenciones es tratar de que no lleguen al trasplante de intestino. En esta etapa inicial en la cual está cursando su cuarto día de post quirúrgico, el paciente está siendo medicado según su evolución en los síntomas. Él está respondiendo muy bien y tenemos toda una contención del entorno, no solo del paciente sino de su familia, lo cual hace de esto un mejor bienestar para su postoperatorio”, cerró.
Siguiendo esta línea la Sub directora, agregó: “Este es un avance más para el hospital, para la población y para el ministerio de Salud Pública. Estos niños en otro momento no tenían posibilidad de vida o debían ser derivados a otras provincias con el desarraigo familiar y todo lo que eso significa. Poder hacerlo aquí y contar con este equipo de profesionales tan importantes es grandioso y la comunidad debe conocer que nuestro efector cuenta con toda esta alta complejidad, el equipo humano y la infraestructura para poder realizarlo”.
Gramajo además destacó: “No es solamente la cirugía en sí, sino el sostén posterior lo fundamental también. Esta intervención fue un éxito y contó con el soporte de una terapia con médicos altamente capacitados para llevar al paciente hasta el final de un tratamiento y que pueda mejorar día a día. Es admirable como este nene a las 24 horas de ser operado ya estaba tranquilo, despierto y muy bien”.
“Esto es una gran satisfacción y orgullo que nuestro hospital logre resolver situaciones tan complejas, gracias a su infraestructura y al profesionalismo de sus médicos que tienen ganas de seguir capacitándose y avanzar en cuanto a formación, con el fin de poder brindarle a la población la posibilidad de no tener que viajar y evitar el desarraigo familiar. Queremos agradecer el gran apoyo con el que contamos desde el ministerio de Salud, en la persona del ministro, doctor Luis Medina Ruiz, el secretario Ejecutivo Médico, doctor Miguel Ferre Contreras, hoy estamos en vías de formar el servicio para que ellos tengan un lugar en donde puedan empezar a detectar todas estas patologías que antes no podían ser resueltas”, cerró.
Un antes y un después en cuanto al avance de las rehabilitaciones intestinales
“Antes de que comencemos a realizar este tipo de cirugía los pacientes debían ser derivados a Buenos Aires, hoy gracias a nuestros profesionales hemos logrado un cambio rotundo ya que estos pacientes, hace 15 o 20 años fallecían y no tenían oportunidad de vida”, sostuvo Patricia Ríos.
Y detalló: “Desde el 2007 con la llegada del doctor Gabriel Gondolesi, médico de Trasplante Intestinal de la Fundación Favaloro a la Argentina, quien crea todo un equipo y en ese momento comienzan a realizar trasplantes intestinales, si bien esto arrojó resultados exitosos luego se vio que los pacientes se podían rehabilitar sin llegar al trasplante. Ahí es donde comienza el equipo del hospital Italiano a formarse, para lo cual viajaron a Nebraska y regresaron al país para formar un Centro de Rehabilitación Intestinal. El mismo se conforma en el año 2011, en donde aún tenían poca casuística y pocos pacientes, hasta que comienzan a demostrar que este tipo de cirugía podían sacar al niño de la lista de trasplante”.
Asimismo, Ríos relata que lograron conformarse como equipo y en el año 2015 crearon una beca de Rehabilitación Intestinal, en donde la profesional pudo entrar como becaria durante dos años. “Eso me dio pie para poder formarme y llegar aquí y consolidar un equipo. Cabe destacar que en todo el norte contamos con este equipo que puede colaborar con cualquier provincia del NOA, no obstante, desde el centro del país hacia abajo no lo tienen y los pacientes deben ser derivados a Buenos Aires».
“A pesar de hoy estar independizados y ser capaces de realizar este tipo de intervención por nuestros propios medios formamos parte de una red en donde se encuentran los grandes centros que es a nivel latinoamericano, están al tanto y conocen el estado de nuestros pacientes, su evolución, es decir que si este paciente tuviera alguna complicación y debería derivarse a Buenos Aires y su médico ya no esté, ellos aun así ya están al tanto y tienen su historia clínica con todo lo que hemos realizado, eso es lo bueno que hemos logrado con esta patología en el último tiempo”, finalizó.