La pata peronista del Acuerdo para el Bicentenario sufrió fisuras luego de que trascendiera el audio del edil Agustín Romano Norri, pero más que nada porque Germán Alfaro no hizo nada al enterarse de ello.
El pasado 26 de Julio, En coincidencia con el 65º aniversario de la muerte de Eva Perón, trascendió un audio en el que Agustín Romano Norri, concejal capitalino y presidente del interbloque del Acuerdo para el Bicentenario (ApB), trataba de “puta” a Eva Duarte de Perón y reedita la fatídica frase pintada en una pared en aquellos tiempos: “viva el cáncer”.
Repercusiones de distinto tenor causó el audio que trascendió en las redes sociales. Las palabras del edil se multiplicaron una y otra vez: “Cortarla con Eva Perón. No vende. Es puta, puta, ramera. No me mande fotos de Evita porque es un cáncer ¡Viva el cáncer!”.
Las fuertes expresiones causaron gran malestar, al punto que se desató un generalizado rechazo y repudio a sus expresiones, no sólo desde el justicialismo, sino también desde otras fuerzas, además de personas que se sintieron ofendidas por las expresiones sobre el cáncer, en general aquellos que perdieron a sus familiares a manos de esta enfermedad. Las repercusiones de semejante ofensa tomaron trascendencia nacional. El periodista Eduardo Feinmann se hizo eco de este brutal agravio durante el noticiero de A24, donde se desempeña como conductor. Feinmann calificó de “bochornoso y desubicado” a Romano Norri.
“Es terrible, sinceramente es terrible. No sólo es una afrenta para la memoria de Evita, una de las mujeres más fuertes de la historia argentina, sino contra todos aquellos que están enfermos de cáncer, decir ´viva el cancer`es terriblemente repudiable. Este es un concejal del Pro de Tucumán capital” sentenció el periodista. Al día siguiente el edil capitalino negó ser el autor del audio, pero un día más tarde no tuvo más alternativa que aceptar la autoría de tan aberrante falta de respeto. Romano Norri pidió disculpas, pero lejos de mostrarse penitente trató de victimizarse. “Se lo hizo público sin mi consentimiento lo que configuraría un delito penal”, se escudó.
El concejo capitalino repudió por unanimidad el accionar del edil alfarista, pero al momento de decidir una sanción, las sesiones se dilataron buscando proteger a este impresentable funcionario público. Con la inminente llegada de las PASO, se correrá el eje del debate y semejante agravio pasará a ser un tema del pasado. Sin embargo, lo más evidente de este hecho es que en el APB se rompió el “peronómetro”, comenzando por el intendente capitalino Germán Alfaro y finalizando con el secretario de Vivienda y Hábitat de la Nación, Domingo Amaya, quienes no pudieron o no quisieron reaccionar ante el indefendible audio de Romano Norri. El primero quizás prefirió cuidar la candidatura de su mujer, Beatriz Ávila, mientras que el segundo su sueldito de funcionario nacional, aunque en estos días se haya despegado de la campaña, como un preludio de alejamiento forzado. Por otra parte, al revés del silencio de estos dos referentes del espacio Cambiemos en la provincia, las consecuencias no se hicieron esperar en otros integrantes. Los primeros en abandonar el espacio de Cambiemos fueron Stella Maris Córdoba y la Juventud Peronista de Tercera Posición, cuyo titular es Francisco “Crenco” Mejías, quien dio a conocer el audio. El alejamiento sucedió luego de que Germán Alfaro no diera ninguna respuesta y pese a su pasado militar, en esta tuvo la mano muy livianita.
Esta no sería la primera situación en la que Agustín Romano Norri demuestra el poco respeto que tiene por el género femenino. En febrero pasado fue denunciado por Daniela, una joven de 25 años que se desempeñaba como moza en bar de Dublín.
“Yo estaba atendiendo como lo hago siempre. Este señor llegó con un grupo de 10 personas más, todos hombres. Pidieron para beber y en un momento se acercó y me tocó la cola. Luego me retiré y seguí con mis labores. En otro momento pasé cerca de la mesa y allí me volvió a tocar, me agarró la cola y me dijo barbaridades”, relató Daniela.
La moza agregó que uno de los amigos que se encontraba con el concejal le dijo no le hagas caso está muy ebrio. “Pero en realidad ellos festejaban la manera que me trató este tipo y ninguno le dijo nada. El dueño del lugar intervino y les pidió que se vayan”, explicó.
Daniela también expresó que el concejal la llamó por teléfono y le ofreció disculpas, aunque no fueron aceptadas. “Yo me voy a presentar ante las autoridades del Concejo Deliberante para que me escuchen y además le re caiga alguna sanción, no puede andar alegremente abusando y haciendo lo que quiere. Yo no sabía que era político. Me lo dijeron después que le conté al dueño del lugar”. Esta de más decirles que todos ya conocemos la historia, Romano Norri no fue sancionado y fue protegido por quienes en teoría debería velar por los intereses de la población.
¿Acaso esta gente era el cambio que todos esperábamos? Estamos seguros que nos merecemos una clase política diferente, lejos del sentimiento de superioridad, lejos de las cofradías siniestras, lejos de la hipocresía y la mentira. Merecemos políticos que sean capaces de sentir empatía por el pueblo y sepan que sólo están allí porque nosotros así lo quisimos.