Mario Segovia, conocido públicamente como “el rey de la efedrina”, renovó sus acusaciones contra el ex jefe de gabinete kirchnerista Aníbal Fernández y la policía bonaerense.

“Era un sistema centralizado, y él (Fernández) manejaba todo”, enfatizó Segovia, a la vez que dijo considerarse “un preso político de los K”, en una nota con el diario Clarín.

Segovia se atribuyó haberle hecho “perder la elección de 2009” al oficialismo de entonces y declaró: “Me secuestraron y me torturaron para que involucrara a Francisco De Narváez en el tráfico de efedrina, y no lo hice. Me dijeron que me iban a dar una mano, pero yo no iba a mentir”.

El denunciante de Fernández está preso por contrabando agravado de efedrina desde 2008 y se encuentra próximo a alcanzar el plazo en el que podrá pedir salidas transitorias o laborales.

En tanto, se ofreció como testigo para aportar datos en las causas que investigan el tráfico ilegal de efedrina, la vinculación con la política y el triple crimen de General Rodríguez, relacionado con aquellos temas anteriores.

“El negocio de los medicamentos adulterados era el negocio de la sucia política bonaerense, es decir de Aníbal Fernández. Ya lo voy a contar en detalle. Por eso cuando me detienen él anuncia con bombos y platillos mi captura. Dijo eso para limpiarse el culo conmigo: yo no soy el rey de la efedrina”, afirmó.

Por otra parte, dijo que va “a colaborar con (Juan José) Gómez Centurión”, el suspendido titular de la Aduana por una investigación judicial en trámite, y sostuvo que “él tiene razón, y le están haciendo una cama las mismas personas que me etiquetaron de rey de la efedrina. Ya voy a hablar”.

Respecto del denominado Triple Crimen de General Rodríguez, Segovia señaló que no conoció a Sebastián Forza (una de las víctimas) como se aseguró y agregó que según tiene entendido “él era informante de un importante laboratorio farmacéutico extranjero. Al parecer, debido a los enormes perjuicios que le causaban los medicamentos truchos, él decide incursionar para informar, y cuando toman conocimiento de su función de informante, termina como termina”.

Negó también haber trabajado con Ibar Pérez Corradi (el empresario farmacéutico, detenido por ser considerado autor intelectual por el Triple Crimen) y dijo que lo conoció en la cárcel: “Durante algún momento compartimos pabellón y jugábamos al ajedrez. No hablábamos de negocios”.

Segovia explicó que se decidió a hablar en este tiempo que “la Nación necesita una justicia independiente que no esté manipulada” y porque “hay que creer en las instituciones, en la justicia”.

“Tengo esperanza de que todo cambie, como está cambiando. Hoy existen garantías. Entonces colaboro porque llegó el momento de que se sepa la verdad. En 2009 quise hacer lo mismo y lo pagué carísimo. Ahora tenemos que empezar de cero, aprendiendo de los errores. Así como pagué yo, y me destruyeron la vida y la salud, ahora que paguen los de arriba. Es justo, ¿no?”, apuntó.

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