No hay que ser muy genio para saber que si el sueldo de bolsillo no supera los 44 mil pesos y la canasta básica se ubica en 60 mil, la mayoría de los argentinos son pobres o indigentes. Pero la UCA fue más allá y elaboró un estudio donde surge que el porcentaje de trabajadores pobres pasó de 15% a 27% y de 1,9% a 4,4% al considerar un umbral de pobreza extrema. Pero vamos bien…¿o no?
El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) dio a conocer el informe completo titulado “Efectos de la pandemia Covid-19 sobre la dinámica del trabajo en la Argentina urbana”, el cual arrojó que entre 2017 y 2020, el porcentaje de trabajadores pobres pasó de 15,5% a 27,4% (11,9 puntos porcentuales) y de 1,9% a 4,4% (2,5 pp.) al considerar un umbral de pobreza extrema.
Pobres y desempleados
En ese marco, el estudio indicó que el incremento fue significativamente más intenso entre los trabajadores que viven en hogares del estrato “trabajador integrado y del estrato marginal”, entre las mujeres y entre trabajadores en edades centrales (35-59 años).
Asimismo, destacó que se observó una acentuación del papel de las transferencias por programas sociales en la reducción de la pobreza entre trabajadores. “Mientras que el efecto de estas transferencias era de -1,2 puntos porcentuales en 2019, pasó a -7,7 puntos porcentuales en 2020. Una explicación de este comportamiento podría encontrarse en la implementación de distintas políticas en el marco de la pandemia de Covid-19”, afirmó la UCA.
Remarcó que a partir de un análisis de panel, se observó que entre 2019 y 2020 casi una cuarta parte de los trabajadores (24,2%) se mantuvo en situación de pobreza.
“Se evidenció que los trabajadores con baja educación, con origen extranjero, con niños en su hogar y con empleos precarios son los que tuvieron más chances de pasar a ser pobres en 2020”, agregó.
De acuerdo al estudio, en 2020, sólo el 43,7% de la población económica activa de 18 años y más logró acceder a un empleo pleno de derechos. Mientras que el 13,9% de esa población se encontraba abiertamente desempleado y el 14,5% sometida a un subempleo inestable (realizando changas, trabajos temporarios o no remunerados, o siendo beneficiarios de programas de empleo con contraprestación).
Al mismo tiempo, señaló que el 27,9% contaba con un empleo regular pero precario.
fuente: infobae